En el anterior artículo di mi visión de cómo las grandes empresas han tenido que adaptar parte de sus esfuerzos a la digitalización con el motivo de poder ser más competitivas en el nuevo mercado que presenta Internet. En este artículo mi objetivo es afrontar cómo estos nuevos modelos de la digitalización y la irrupción de tecnologías disruptivas plantean un escenario nuevo y de incertidumbre para los departamentos de RRHH de las empresas y, en especial, para sus empleados.
Anterior artículo: El futuro del Customer Experience con la Inteligencia Artificial
No dejo de leer artículos que plantean los siguientes escenarios:
¿Qué pasará cuando todo esté controlado por Inteligencia Artificial? ¿La humanidad dejará por fin de trabajar? ¿La gente será relegada por los robots?
Índice de contenidos
Las tecnologías disruptivas ¿qué está ocurriendo?
El futuro es algo natural a lo que llevamos tendiendo toda la historia
El objetivo de este artículo es que no nos alarmemos. Nadie va a crear un Terminator que en los próximos años nos extermine y controle, al menos no de momento.
Empecemos por el primer factor que ha generado todo este revuelo: la divulgación de contenidos. Esta nueva corriente de la Inteligencia Artificial, como una de las tecnologías disruptivas, presenta un gran campo para la imaginativa y lo futurible y ha creado un revuelo de artículos y especulaciones que dista mucho de la realidad o que no explican con demasiada precisión lo que está ocurriendo.
Y es que esto no es nada nuevo. Efectivamente, las revoluciones tecnológicas han existido toda la vida y no por ello el ser humano pasa de estar trabajando 8 horas a tomarse mojitos en una playa de Punta Cana.
Desde la creación del fuego o la rueda el ser humano ha tenido que ir cambiando sus hábitos y manera de vivir, pero siempre mejorando su estilo de vida; y es que una de las grandes cualidades del ser humano es la adaptación.
No es la primera vez que ocurre en la historia, los avances tecnológicos surgen desde la prehistoria; el problema es la velocidad con la que se está desarrollando hoy en día.
Estamos viviendo el momento de mayor avance, donde las tecnologías que se crean cada año cada vez lo hacen en mayor número y más rápido. Esto tiene sentido analizando la cantidad de gente cualificada poniendo su esfuerzo en ello.
Obviamente, cuando estas tecnologías estén plenamente desarrolladas, habrá trabajos que desaparezcan o reduzcan drásticamente el personal que requieren. Son trabajos que pueden ser gestionados por softwares cada vez más complejos, pero que a su vez generarán una nueva corriente de puestos. El reto es que las tecnologías disruptivas consigan que los nuevos puestos de trabajo sean sostenibles.
Las tecnologías disruptivas hoy en día
No olvidemos que establecer una tecnología disruptiva es difícil en muchos puntos si no existe una comunidad de profesionales capaces de desarrollar evolutivos, integrar herramientas, mantener el software, etc.
Un claro ejemplo es el tren en la primera revolución industrial. La gente que vendía caballos perdieron los ingresos que recibían de estos pues empezaban a ser relegados por nuevas tecnologías. Sin embargo, sus hijos estudiaron materias académicas (como la mecánica) que se adaptaban mejor al nuevo mundo que llegaba.
Hoy en día la informática ha ganado presencia en los colegios y escuelas de medio mundo. En las próximas décadas será una de las asignaturas más importantes y esto se debe a la necesidad que habrá de personal cualificado para poder cubrir toda la demanda que exista de estas tecnologías.
El mayor riesgo que corre la sociedad no es que una tecnología disruptiva destruya puestos de trabajos, sino que no forme a sus individuos para poder desarrollar los nuevos campos que esta tecnología genera.
A estas alturas creo que existe un gran punto de reflexión: ¿estaremos formando a nuestras nuevas generaciones para poder aprovecharnos de estos nuevos escenarios económicos que se abren?, o ¿simplemente estamos dejándonos llevar por los avances que están desarrollando otros puntos del mundo?
Una cosa es innegable: todas estas tecnologías disruptivas han llegado para quedarse; la frase “adaptarse o morir” es un claro abanderamiento de una de las mayores cualidades del ser humano y plantea una cuestión natural de gran escala.
Las tecnologías disruptivas y el futuro
En mi opinión existe una conclusión muy evidente a todo esto y es que, si no queremos quedarnos atrás, debemos impulsar estas tecnologías y crear profesionales que sean capaces de desarrollarlas. Adaptar a gente cuyo trabajo vaya a ser destruido para que sea capaz de mantenerlo y formar a nuestro personal en un ritmo de trabajo adaptado a las tecnologías disruptivas.
Palabras como IA, blockchain, automatización, softwares predictivos, robots o IoT cada vez serán menos del futuro para empezar a encontrarse en el presente.
Debemos crear nuevos planes de estudio que incorporen un conocimiento mínimo de estas tecnologías que poco a poco se verán cada vez en más sitios y de manera más recurrente. Solo de este modo seremos capaces de poder seguir en la cresta tecnológica de la ola sin ser engullidos por ella.
En el próximo artículo me centraré en hablar de algunas de estas tecnologías y dónde se están implantado para que veamos que, aunque el futuro no es inmediato, está a la vuelta de la esquina.
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