El año 2018 será recordado sin duda como el año en el que el hombre lanzó un coche al espacio. Otro tanto que se anota la industria aeroespacial en términos de innovación, demostrando que la realidad supera la ficción. Pero, sin duda, también representa un hito para el sector privado, al ser la empresa SpaceX, propiedad de Elon Musk, la responsable de esta acción.
Sigue leyendo y descubre el poder de la empresa privada para posicionarse en un sector hasta ahora liderado por la institución pública.
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SpaceX lanza un Tesla al espacio
Este martes millones de espectadores de todas las partes del mundo presenciaron en directo el lanzamiento al espacio del cohete más poderoso del mundo, el Falcon Heavy, y el aterrizaje de los dos cohetes Falcon 9 en la Tierra, sincronizados a la perfección.
¿Y qué llevaba de carga el cohete Falcon Heavy? Pues ni más ni menos que el Tesla Roadster rojo de Elon Musk. Durante las doce horas siguientes a su lanzamiento, se pudo seguir en directo el recorrido del coche, pilotado por el muñeco apodado “Starman” y con “Life on Mars” de David Bowie acompañándolo en su travesía.
Y así fue como una empresa privada consiguió una de las imágenes más impactantes que ha visto el hombre, un coche sobrevolando la Tierra. Toda una demostración de su capacidad de innovación tecnológica.
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¡Me interesa!Cuando una empresa privada se adelanta a la NASA
Elon Musk, que dirige la compañía automovilística Tesla y a la vez preside SpaceX, puede presumir de ser el primer hombre en poner un vehículo en órbita entre la Tierra y Marte, que llegará al planeta rojo en seis meses. Un evento espacial que ya se compara con las misiones Apolo de los años 60 y 70.
Sin duda, se trata de una acción publicitaria a escala desmesurada (el lanzamiento fue el segundo streaming más visto de Youtube, por detrás del salto de Felix Baumgartner a 39 km de altitud), pero ¿el objetivo es únicamente publicitario? Desde luego que no. Lo que ha conseguido Musk con esta acción es poner en valor el poder de las empresas privadas en cuestiones de I+D, llevando a cabo una acción que ni la propia NASA ha podido ejecutar.
SpaceX ya ha avanzado que sigue trabajando en este sentido y que este acontecimiento tan solo es un “ensayo” previo a un cohete más potente, el Big Falcon Rocket, que la empresa pretende utilizar en cinco años para llevar personas a Marte.
“Es la primera vez que una compañía privada supera a cualquier gobierno del mundo. Esto es más grande que cualquier cosa que hace Rusia o China”. Declaraciones del especialista en el sector espacial y profesor de la Universidad de California del Sur, Greg Autry, para la agencia Bloomberg, que evidencian los pasos que están dando las empresas privadas para abrirse camino en sectores tradicionalmente liderados por la institución pública. Ahora, cohetes desarrollados por agencias espaciales tienen competidores que nacen del sector privado, como los cohetes Falcon.
El poder y la capacidad de innovación de Elon Musk nos sigue abrumando. No olvidemos que la semana pasada, Musk decidió poner a la venta los lanzallamas que había creado su startup The Boring Company. Una acción que para muchos usuarios se trataba de una broma, pero con la que ha recaudado dos millones de dólares en unos pocos días.
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