La era industrial del siglo XXI ha abierto las puertas al fenómeno de la globalización y a las tecnologías de la información. Una nueva era que los expertos denominan Industria 4.0 o Cuarta Revolución Industrial.
Este nuevo hito permite optimizar las comunicaciones entre los mercados de oferta y de demanda y aporta innovaciones que mejoran la gestión empresarial. La transformación digital, o digitalización, todavía empieza a caminar, pero ya podemos ver que en los próximos años va a marcar importantes cambios en la sociedad.
Hemos hablado con cinco expertos digitales, y profesores de IEBS, que aportan su visión sobre el nuevo escenario que se está configurando en el ámbito empresarial. Arrojan luz sobre el impacto de la transformación digital en personas y en empresas y sobre las consecuencias presentes y futuras que tiene para la sociedad.
Índice de contenidos
Presente y futuro de la Transformación Digital. Definiendo el concepto
Podemos definir la transformación digital como la digitalización del modelo de negocio y la reinvención de las empresas, surgida a raíz del desarrollo de las nuevas tecnologías. Surgen nuevas demandas y necesidades de carácter digital, lo que provoca un cambio global en el entramado empresarial, en la gestión y en las estructuras. Y, a gran escala, en el modelo de economía mundial tradicional.
Antonio Bernal, CEO & Co-Founder de la consultora tthegap, define la transformación digital como “la oportunidad que tienen las empresas de aprovechar el imparable entorno de cambio digital para mejorar su relación con los clientes, el mercado, los empleados y los stakeholders a los que se dirigen”.
La digitalización permite aplicar a las estructuras tradicionales nuevas herramientas tecnológicas que optimizan la gestión y la toma de decisiones de las empresas. Así como reforzar la relación con los clientes y el entorno. Para David Tomás, fundador de Cyberclick y mentor en SeedRocket, la transformación digital consiste en llevar esa tecnología a cualquier espacio o momento de nuestras vidas. “Hace 10 años nos parecía imposible coger un taxi desde el móvil y, a día de hoy, es de las cosas más cotidianas del mundo. Para mí, la clave es adivinar cómo estos cambios afectarán al sector en que cada uno se encuentra”.
Luis Font, Consultor, Headhunter y Coach de Ventas y Marketing, opina que la innovación tecnológica modifica modelos de negocio, puestos de trabajo, procesos empresariales y formas de trabajo y de relación. Añade que “la digitalización supone adaptarnos a todos los cambios que están ocurriendo pero, sobre todo, prepararnos y flexibilizarnos para los que están por llegar y que todavía no somos capaces de identificar”.
Más allá de un cambio en los procesos y en las estructuras, para Miriam Gallardo, Agile Coach y especialista en Agile Trainer & Management 3.0, la transformación digital es “un cambio de mentalidad respecto a cómo las personas abordan sus relaciones profesionales (el efecto Knowmad o, lo que es lo mismo, trabajadores desde cualquier punto en cualquier momento) o personales (como la economía colaborativa), y cómo esos cambios afectan al día a día».
La digitalización no sólo se introduce en las empresas que ya existen. Raúl Jaime, mentor y blogger, considera que la transformación digital ha propiciado la aparición de nuevas organizaciones.
El nuevo paradigma que presenta la digitalización lleva a las empresas a convertirse en vigilantes constantes de clientes, competencia, innovaciones tecnológicas y cambios socioculturales. Pero, sobre todo, a alcanzar una progresiva conciliación de economía y tecnología.
¿Vivimos en una revolución digital?
A día de hoy, el debate sobre el concepto de revolución digital está latente. Los expertos discuten sobre si la transformación digital, el rápido desarrollo de las tecnologías de la información y la innovación de los sistemas digitales pueden considerarse ya una revolución digital sin precedentes.
Font asegura que sí, que “la revolución digital es una realidad y que es probable que dure muchas décadas”. Cree que modelos de negocio y profesiones que hasta ahora eran potentes y estables podrían llegar a desaparecer. Por otro lado, añade que la revolución digital atraerá nuevos modelos, profesionales y empresas. “Muchos de los nombres de los puestos de trabajo que tendrán nuestros hijos todavía no se han inventado hoy”.
“Recuerdo mis inicios laborales cuando Internet sólo era una anécdota más para las empresas y utilizábamos métodos tradicionales como el fax, el correo postal y la máquina de escribir. En unos años aparecieron los primeros ordenadores con programas de contabilidad y, poco después, los ERPs (sistemas de planificación de recursos empresariales) y los CRMs (software para la administración de la relación con los clientes)”. Jaime cuenta que su generación ha sido protagonista, en poco tiempo, de una gran revolución en los procesos de las empresas, las cuáles son cada vez más flexibles a los cambios del mercado y disponen de una mayor cantidad de información para mejorar la toma de decisiones.
Bernal asegura que la revolución digital, además de ser una realidad, no trae un futuro próspero para aquellas organizaciones que no se adapten digitalmente. “El nivel de cambio es tan importante que las empresas que no hagan nada y que continúen haciendo las cosas como siempre las han hecho, van a perder oportunidades y van a ser menos competitivas que aquellas que entiendan el entorno y utilicen las herramientas tecnológicas adecuadas para mejorar”.
En contraposición, también hay expertos para los que la revolución digital todavía no ha llegado. Como Tomás, quien asegura que lo que está por llegar sí será una verdadera revolución digital. “Esto acaba de empezar. Hemos de pensar que todavía hay muchos sectores que ven lejos el boom digital y que necesitarán estar atentos a los cambios”.
Equiparar la transformación digital con una revolución digital es un debate sobre el que los expertos discuten actualmente. En lo que sí coinciden es en que la transformación digital está modificando las estructuras societarias y la manera en la que las personas piensan, actúan, trabajan y se comunican.
Cambiar para adaptarse a la era digital
Nos encontramos en un punto de no retorno en el que, para sumarse a este nuevo paradigma, las personas y las empresas deben adaptarse al entorno digital. La rápida evolución de la tecnología exige, a su vez, la rápida adaptación a los cambios.
La necesidad de adaptación no viene propiciada únicamente por los avances digitales, también por el cambio de comportamientos y hábitos que han sufrido las personas y que, por lo tanto, demandan la creación de nuevos modelos y estructuras, facilitados por las nuevas tecnologías. Profesionales y empresas se preparan para un nuevo escenario digital incorporando herramientas tecnológicas que permiten optimizar sus procesos.
La digitalización cada vez más deja de ser una opción. Para Gallardo, “el mayor impacto que está teniendo la transformación digital tanto en las personas como en las compañías es que nos está obligando a interiorizar un proceso constante de adaptación como una característica más de nuestro día a día. El cambio más importante es que ya no hay opción”.
Las empresas necesitan digitalizarse si quieren sobrevivir y posicionarse a la cabeza de la nueva era industrial. Así lo considera Font, quien asegura que las organizaciones que se resistan al cambio tendrán que acabar transformándose o desaparecerán. “Y sino que se lo pregunten a la líder indiscutible en fotografía el siglo pasado, ¿dónde está Kodak hoy?”.
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Sumérgete en la era digital con garantías de éxito
¡Me interesa!La sociedad debe estar preparada y predispuesta a optimizar los procesos de transformación. Jaime explica que ha conocido personas muy resistentes a los cambios que no han sabido evolucionar. “Una transformación debe ser primero mental y después de aprendizaje, es decir, estar dispuesto a aprender”.
Nuevas competencias digitales
La transformación digital provoca que los profesionales se encuentren en la necesidad, casi en la obligación, de adoptar nuevas competencias digitales. Una correcta formación y adaptación a la era digital es fundamental para que las empresas se introduzcan con éxito en el entorno online.
Tomás afirma que la digitalización nos está conduciendo a cambios de conducta importantes. “Debemos desarrollar toda una serie de habilidades que nos permitan estar al día y seguir aportando valor con nuestro trabajo y conocimiento. Ya no vale aquella idea de “yo soy demasiado mayor para eso” o “para mi el tren ya ha pasado”. Debemos volver a sentir esa sensación de incomodidad cuando vuelves a ser novato en algo”.
Por ello, el nuevo reto de las empresas es formar a sus empleados y asegurarse de que adquieren las competencias digitales necesarias. De esta forma, podrán enfrentarse a los problemas que surjan en el entorno online con garantías de éxito.
Jaime cree que la primera competencia que deben adquirir los profesionales es la adaptabilidad a los cambios. Añade que, por ejemplo, «un directivo financiero deberá aprender a utilizar nuevas herramientas para captar los recursos necesarios para el crecimiento, la expansión y la inversión, a través de herramientas fintech que surgen continuamente a través de startups».
Bernal considera que los profesionales también deberán adquirir capacidades para trabajar en equipo, en proyectos de colaboración con otras personas y empresas. Así, “los profesionales serán capaces de comunicarse de manera más ágil, construir y manejar su propia marca y ser más eficientes en el trabajo mediante el uso de herramientas colaborativas”.
En la misma línea, Gallardo cree que las habilidades serán más transversales. “Tendremos un core muy fuerte en algo determinado pero seremos capaces de aplicar este conocimiento a varios y diferentes sectores y áreas”. Asegura que los soft y social skills tendrán más relevancia que nunca porque los equipos estarán más distribuidos físicamente y serán más antagónicos en cuanto a retos, objetivos y motivaciones.
Disponer de una capacidad rápida de aprendizaje es fundamental en este nuevo entorno. Un escenario en el que la transformación digital y su inmersión en todos los sectores crece a niveles cada vez más altos. El nuevo reto para los profesionales digitales es adquirir nuevas competencias, trabajar de manera más dinámica y flexible, ser multiplataforma y multidisciplinar y, lo más importante, saber adaptarse a los cambios y tener predisposición para hacerlo.
¿El modelo de economía mundial del futuro será digital?
Cada vez son más los sectores empresariales que se inician en los procesos de transformación digital e integran las nuevas tecnologías en sus modelos de gestión. Esta tendencia va en considerable aumento y se espera que aumente de forma exponencial en pocos años. Por ello, el modelo de economía tradicional tal y cómo lo conocemos podría dar paso a un modelo de economía mundial digital.
Sobre la cuestión de si la economía será digital, Tomás se mantiene precavido y afirma que “la economía seguirá rigiéndose por los mismos principios, pero que habrá cambios en muchos procesos, como en las formas de pago, la financiación o los modelos de negocio». Sobre los sectores que primero van a notar el cambio, considera que serán el Fintech, el Insurtech y el Turismo y, a medio plazo, la sanidad, la educación y el mercado agrario, entre otros.
Font no opina igual y considera que el modelo de economía digital ya es una realidad y cree que la economía colaborativa tiene un papel clave en este proceso de transformación. Añade que los sectores que ya se han sumergido en la nueva era digital son, principalmente, la banca y las telcos, “que ya están creando nuevos modelos abiertos a la innovación”.
Bernal asegura que los negocios tradicionales que no integren los avances tecnológicos que se están generando quedarán fuera de la cúspide empresarial. “Desde la comercialización de los servicios bancarios hasta la venta de ropa. Todos los sectores se verán digitalizados, ya que en sus estructuras internas y en su relación con los clientes existe la oportunidad de digitalizar procesos que hoy se realizan manualmente”.
“Hoy en día hasta las tiendas de barrio necesitan estar en internet y en las redes sociales para dar a conocer sus productos. Al igual que las grandes empresas, el pequeño negocio también debe transformarse para globalizarse en el entorno digital, cada vez más competitivo y deslocalizado”. Jaime, al igual que Bernal, considera que las empresas ya no pueden pensar en modelos de financiación tradicionales si quieren sobrevivir.
La importancia de transformarse digitalmente
Las opiniones de estos cinco expertos son diversas, pero todos coinciden en que la transformación digital está modificando las estructuras y los modelos tradicionales con los que la sociedad ha venido funcionando hasta ahora. El debate sobre cómo será el futuro que nos depara está más vivo que nunca porque ya podemos entrever el punto al que llegarán las innovaciones tecnológicas.
Ya no importa si el producto que compramos viene de nuestra ciudad o de la otra parte del mundo, porque las dos opciones están al alcance de nuestras manos. Pedimos comida a domicilio a través de nuestros móviles, cogemos un taxi tocando el botón de llamada en una app, adquirimos descuentos en internet que luego canjeamos en la misma taquilla, vendemos lo que no utilizamos a través de una aplicación que nos ofrece un escaparate virtual… las lista sigue, pero solo es una pequeña dosis de todo lo que está por llegar.
La transformación digital es un punto y aparte para personas y empresas y da paso a una nueva era digital, todavía desconocida, pero que la tecnología nos ayudará a descubrir muy pronto.
La escuela de negocios IEBS Business School centra sus esfuerzos en preparar a personas y empresas para el futuro digital, pero también es consciente de que iniciarse en el proceso de transformación no es fácil. Para ayudarte, IEBS te ofrece el Programa Executive en Transformación Digital, donde te ayudarán a dar el salto a la nueva era digital.
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