Medidas de conciliación laboral para todos y todas, la clave de la igualdad en el trabajo

La desigualdad de género en el mundo laboral sigue siendo una realidad y aún queda mucho por recorrer para lograr que hombres y mujeres tengan acceso a iguales condiciones en el mercado laboral. Una de las muestras de esta desigualdad la podemos encontrar en la conciliación laboral, donde se habla prácticamente en clave femenina; mujeres que necesitan compatibilizar su trabajo remunerado con el cuidado de la familia, incluso en empresas que apuestan por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, las medidas que se toman son, prácticamente en su mayoría, dirigidas a mujeres. En este artículo os propondremos algunas medidas de conciliación laboral que favorezcan a la igualdad en el trabajo entre hombres y mujeres.

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¿Qué es la conciliación?

La conciliación laboral y familiar son todas aquellas medidas que toma una empresa para garantizar que sus trabajadores sean capaces de compatibilizar su trabajo remunerado con su vida y obligaciones familiares.

Son políticas que, según numerosos estudios, aumentan la productividad de los trabajadores ya que aprovechan más el tiempo y reducen el absentismo laboral, garantizando la felicidad de los empleados y estimulándolos. En este sentido, también podría traducirse como una técnica para captar y retener talento debido a la lealtad de los trabajadores que están satisfechos con su ambiente de trabajo. Además, también ayuda a mejorar la Responsabilidad Social Corporativa de la empresa.

La conciliación laboral de la mujer

Según el Ministerio de Igualdad, la conciliación de la vida familiar, laboral y personal es una herramienta básica de gestión de los recursos humanos ya que permite aprovechar todas las potencialidades de la plantilla, trabajadores y trabajadoras. Sin embargo, ¿qué pasa realmente con las medidas de conciliación laboral que se toman actualmente? Una de las hipótesis que se baraja es que las medidas que adoptan las empresas para garantizar que sus empleados puedan compatibilizar su vida laboral con la familiar y personal alejan a las mujeres del mundo del trabajo. Todo apunta a que, en el ámbito de la conciliación familiar, sigue existiendo una enorme brecha entre hombres y mujeres, pues la tendencia es que las tareas del hogar recaigan en su mayoría en la población femenina.

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Esto viene dado por los cambios que la sociedad y las familias han experimentado los últimos años:

• Aumento de la esperanza de vida
• Cada vez en más hogares trabajan ambos miembros
• Más familias monoparentales
• Largas jornadas laborales
• Poca flexibilidad
• Escasa cobertura de los servicios de cuidado y atención a personas dependientes

Todo ello se traduce en que cada vez  resulta más difícil a hombres y mujeres conseguir una conciliación real, pero especialmente a las mujeres, porque socialmente las tareas domésticas se han considerado “su responsabilidad”. Estos cambios han contribuido en la discriminación laboral (y salarial) de las mujeres y son una barrera para su desarrollo y crecimiento profesional, que no solo les afecta a ellas, sino que se traduce también en una importante pérdida de talento que afecta directamente a la competitividad de las empresas y el progreso económico.

Según el II Estudio sobre la Situación de la Conciliación en España, señala que las excedencias que se solicitaron para cuidar de los hijos fueron disfrutadas por el 95,9% de mujeres, frente al 4,1% de los hombres. Unas estadísticas alarmantes en lo que a igualdad entre géneros se refiere. En el Instituto de la Mujer podrás encontrar más datos que demuestran esta desigualdad, nosotros hemos querido resaltar los siguientes que nos parecen muy significativos:

• 1997.800 mujeres no tienen empleo ni lo buscan por razones familiares.
• Anualmente 380.000 mujeres abandonan el mercado frente a 14.000 hombres.
• El 74,4% de los contratos a jornada parcial pertenecen a mujeres.
• 5980 mujeres piden el permiso de maternidad en contraposición a 5.807 hombres.
• Las mujeres invierten una media de 4 horas y 29 minutos al trabajo doméstico mientras que los hombres solo dedican 2 horas y 32 minutos. En el caso del cuidado de los hijos, las mujeres invierten 2 horas y 22 minutos mientras que los hombres 1 horas y 46 minutos.
• El 33% de las mujeres inicia su jornada laboral antes de la abertura del colegio y el 59% la termina después de que cierre.
• El 44% de las mujeres entre 20 y 44 años no han tenido hijos. El 58% de las mujeres afirman que tener hijos representa un obstáculo para el desarrollo de sus carreras profesionales.

¿No os parecen preocupantes estos datos?

¿Qué medidas de conciliación laboral podemos tomar para garantizar la igualdad de género?

Queda claro lo necesario que es, tanto para las mujeres como para las empresas, establecer una conciliación real para todos y todas, una estrategia transversal.

Bien es cierto que se necesita una estrategia impulsada tanto desde los poderes públicos como desde las propias empresas basada en cuatro pilares básicos:

• Horarios: para conciliar es necesaria una racionalización de horarios, donde se puedan incluir horarios flexibles, posibilidad de teletrabajo para evitar la pérdida de tiempo en desplazamientos y desterrando la cultura del presentismo.
• Servicios para el cuidado de personas dependientes: fomentar el desarrollo real de estos servicios diversificando las franjas horarias y con precios asumibles. También fomentarlos en lugares cercanos al domicilio o los lugares de trabajo.
• Valoración de las tareas del cuidado: en la sociedad en la que nos encontramos se desprecia el mérito de desarrollar las tareas domésticas. Los trabajos en otras áreas tienen un valor superior al de los trabajos reproductivos. Es necesario desarrollar un cambio en la sociedad y valorar más el tiempo dedicado a los demás y a uno mismo.
• Corresponsabilidad: este eje es el centro de la igualdad de género. Consiste en repartir las responsabilidades entre ambos géneros y no solo el femenino. El concepto de corresponsabilidad es muy amplio y hace referencia a que TODAS las personas (hombres y mujeres) necesitan satisfacer ciertas necesidades (comer, dormir, vestir, asearse, etc.) que requiere una gran cantidad de tareas (compra, cocina, limpieza, etc.) que pueden llevarse a cabo por nosotros mismos o bien pueden ser delegadas a otra persona, que acostumbra a ser una mujer, familiar o de servicio doméstico. Este concepto defiende un reparto equitativo de estas tareas entre hombres y mujeres.

Un ejemplo de campaña para concienciar a la sociedad sobre la igualdad en las tareas es la de “Me corresponde. Te corresponde”, llevada a cabo por La Cruz Roja junto con la Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad que tiene el objetivo de implicar a la ciudadanía y a las empresas con respecto a la corresponsabilidad y a la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.

Sin duda, la igualdad de género en lo que a conciliación laboral se refiere es uno de los grandes retos que nos plantea el siglo XXI y que dan paso a numerosas medidas tomadas por los departamentos de Recursos Humanos de diferentes empresas.

Hace poco os planteamos un debate en el que analizábamos la iniciativa de grandes empresas como Apple o Facebook de congelar los óvulos de sus trabajadoras para retenerlas durante sus años más fértiles. Estas fueron algunas de vuestras conclusiones:

María comentaba que, para ella, la solución no se encontraba en “facilitar” la posibilidad de congelar óvulos para retrasar la maternidad, sino que el quid de la cuestión se encontraba en la conciliación real que implicase a todos como sociedad y a los gobiernos porque “está claro que hay ciertas cosas que habría que hacerlas por Ley, recomendar se ha visto que no sirve de mucho, por no decir que no sirve para casi nada”.

La respuesta de Doris iba en la misma dirección, hablando desde su propia experiencia, defiende que la solución no pasa por la congelación de óvulos sino por una política tanto de gobierno como de empresa real de conciliación; “este maravillosos país todavía no entiende que la mujer trabajadora con niños realiza un sobreesfuerzo descomunal y esto pasa factura”.

Soymujer defendía que la mujer puede ser altamente eficaz y tener hijos, pues aprende a ser más práctica, directa y resolutiva y por eso se convierte en un perfil muy valioso en todos los equipos. La solución para ella no es congelar los óvulos y esperar a tener 50 años para tener un hijo; “¿es que la empresa no puede prescindir de ella cuando tenga 50 años? Lo que quita energía a las personas no es el trabajo, ni la maternidad, sino los años”.

Se trata de un tema espinoso que sin duda planteará futuros retos y debates para llegar a la mejor de las soluciones. Uno de los departamentos que más debe ajustarse a los cambios sociológicos y de comportamiento en las personas, los empleados y las empresas es de de Recursos Humanos. Si estás interesado en aprender más sobre las nuevas formas de gestionar la selección, la motivación, la formación, la gestión del talento y el capital intelectual de una empresa, ¿por qué no te miras el Master en Dirección Innovadora de los Recursos Humanos?  Estoy segura de que encontrarás lo que andas buscando.