Hace un mes descubrimos una noticia que aseguraba que el 65% de expertos en RRHH están convencidos que la automatización destruirá los empleos menos cualificados en los próximos 5 y 10 años, dando paso a una nueva generación de trabajo especializado que deberá ser cubierto por profesionales que aún no existen.
Como cada mes, os planteamos un #debateIEBS para conocer vuestras opiniones y reflexiones sobre este tema y, de nuevo, nos habéis compartido respuestas y material muy interesante que hemos recopilado y agrupado en 4 conclusiones que sacamos en claro del debate.
Índice de contenidos
1/ Los humanos aún tenemos miedo a lo desconocido
Una respuesta recurrente hacía referencia al miedo que aún siente la humanidad por la evolución que ella misma genera.
Anabel Saenz Montero comentaba que, desde un punto de vista empresarial, la automatización era algo beneficioso; se bajan los costes a través de máquinas que hacen el trabajo de humanos pero en menos tiempo y por menos dinero. Sin embargo, esto es algo que desde el punto de vista del trabajador “asusta, y cada vez más”, asegura. “Hoy en día tenemos varios ejemplos como pueden ser los super mercados en los que ya se ven cajeros automáticos sustituyendo puestos de trabajo. En mi opinión, creo que sí que se destruirán muchos empleos, pero poco a poco se crearan otros puestos diferentes para nosotros, los humanos”.
Cris Cuezva deja claro su temor: “a mi me da mucho miedito la automatización y la consecuente disminución de puestos de trabajo”, sin rodeos. Para ella el principal foco de preocupación es la partida de humanidad en el proceso: “me preocupa el descenso en la calidad de muchos servicios como los de atención al cliente, que ahora ya son redimidos directamente a contestadores automáticos, y la calidad de los procesos y análisis”. Cris nos comparte un artículo en el que se habla de cómo el Big Data participa también en este proceso de automatización, en un sentido negativo; los sistemas no pueden llegar a reemplazar lo que un humano puede analizar e interpretar en la información que recibe; ironías, sentimientos derivados del contexto, jergas, etc. ¿Hasta que punto podemos confiar todo a una máquina sin perder calidad en el camino?
2/ Las películas que intentan predecir el futuro, ¿nos sirven para advertirnos?
Nos ha encantado el video premonitorio compartido por Fernando Rivertt: “Así se veía el futuro en 1936 en la película ‘Tiempos Modernos’ de Charles Chaplin, donde se muestra como llegaríamos a un punto donde las máquinas harían todo por nosotros. ¿Realidad o ficción? ¿Hemos llegado a este punto o aún nos falta?”.
Esta no es la única película que se ha comentado; también “Terminator” o la mayoría de filmes relacionados con robots han cobrado protagonismo en el debate. De hecho, estas películas no nos muestran un futuro alentador precisamente; cada vez son más fieles a lo que podría llegar a ser el futuro, pero no abandonan esa advertencia en forma de caos y descontrol, en la que el ser humano siempre pierde la capacidad de mantener el equilibrio entre la evolución tecnológica y la necesidad tecnológica.
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Quiero saber más3/ El positivismo de la irremediable y favorable evolución
Los hay que opinan que la automatización, no solo es inevitable, sino que además es positiva. ¿Porque frenar el progreso cuando nos aporta beneficios?. Su reflexión se basa en no caer en el negativismo de pensar únicamente en los empleos que se destruyen, sino pensar también en aquellos nuevos que se crean.
Javier Belarra Gorrochategui comparte: “Ya en el siglo XXI podemos decir que las máquinas no se eliminan, sino que transforman los procesos productivos. Hacen más sencillo, eficiente y seguro el trabajo a las personas. No hay más que ver, por ejemplo, una cadena de montaje de automóviles actual. Además, las máquinas generan nuevos empleos y servicios, porque también hay que diseñarlas, montarlas y repararlas. ¿Será como la energía, que sólo de transforma?”.
El desarrollo tecnológico no hará más que retroalimentarse y cambiar el paradigma de trabajo que hemos ido conociendo; igual que pasó en la primera revolución industrial: “Sí, a corto plazo se destruye empleo, pero a medio y largo, se generan nuevos sectores, cada vez más competitivos, para sacar el mejor producto al mercado”, asegura Juan Carlos LR. Según él, si pensáramos en el progreso como una traba para el propio ser humano “aún estaríamos trasladando piedras tiradas por cuerdas y arando la tierra a mano por un salario menor que el de aquellos tiempos”.
Podríamos definir este apartado de conclusiones con una frase que lo resume todo, de la mano de Ramsés Català Gómez: “como en el mundo natural, los que sobreviven no son los más fuertes, sino los que mejor se adaptan”.
4/ Avanzar, pero con cuidado
Para algunos la clave es encontrar un término medio; ni tanto miedo al progreso, ni tanto entusiasmo… avanzar, sí, pero con cuidado en hacerlo bien y en adaptarse sin olvidar las necesidades humanas más básicas.
Fede Aligué dice: “Yo creo que los procesos automatizados tienen que estar enfocados al aumento de la productividad, con el consiguiente aumento de beneficios, pero nunca olvidando el capital humano que los gestiona”. Fede opina que la pérdida de empleo en puestos menos cualificados en ya una realidad, “solo hace falta ver los peajes de Cataluña”, y que afectará cada vez más, pero hay que aprender a compensarlo.
Artículos en relación al debate recomendados por los participantes:
- Desde el punto de vista del servicio: cómo no deja de ser necesario el factor humano
- Nueva especie; mitad máquina, mitad humana (en inglés)
- La automatización creará 2 millones de empleos en computación, ingeniería, arquitectura y matemáticas
- El plan de Google para liderar en la inteligencia artificial y la robótica
- La cuarta revolución industrial acabará con 5 millones de empleos
- Profesionales de RRHH creen automatización creará y destruirá el mismo empleo
- El reto de la cuarta revolución industrial y los cambios que provocará
En conclusión, lo que sacamos en claro es que la mayoría nos resignamos al progreso; ya sea porque lo vemos imparable o porque nos resulte positivo. La cuestión es que parece muy difícil de frenar, así que lo más probable es que las predicciones que se planteaban en el artículo del debate se cumplan.
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