Lanza tu proyecto digital: claves, errores y consejos

En mi experiencia como Responsable de proyectos digitales en una Pyme he afrontado diferentes  retos y diría que las claves para sacar adelante un proyecto digital son tres: compromiso, flexibilidad y proveedores como socios, en ese orden de prioridad. ¡Te los explico uno a uno!

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Cada día las empresas invierten más en tecnología y, con ello, en el desarrollo de proyectos tecnológicos. Con el abaratamiento de los servicios y equipos vemos como los antiguos desarrollo, de alto coste, se vuelven accesibles para las pequeñas y medianas empresas.

El reto viene a la hora de liderar estos proyectos digitales. En las estructuras de las grandes empresas hay departamentos o equipos responsables del desarrollo tecnológico. En las PYMES esto supone un reto ya que, por lo general, no suelen tener equipos dedicados a al área de tecnología.

En este artículo comento, brevemente, las tres principales claves que tienen que afrontar las pequeñas y medianas empresas que quieran abordar el desarrollo de un proyecto digital, partiendo del supuesto de que no tienen un equipo de desarrollo propio.

El compromiso, clave en un proyecto digital

Por compromiso entendamos tanto el de los responsables de la empresa como de la persona que liderará el proyecto o Project Manager. 

Muchos proyectos fracasan, no por no ser una buena idea o por no tener encaje en el mercado, sino por que quién toma las decisiones, generalmente de inversión, no creen en el proyecto.

Es habitual que en un proyecto surjan imprevistos, cambios necesarios o problemas a solventar. Normalmente, estos imprevistos requieren una inversión mas o menos relevante pero que si quién toma las decisiones no cree en el proyecto difícilmente será realizada. 

Como responsables de una empresa y de sus buenos resultados es importante que te preguntes si realmente crees en la importancia del proyecto que tu empresa está a punto de lanzar. ¿Tienes claro hasta donde puedes llegar?¿Puede la empresa permitirse invertir el tiempo suficiente como para que el proyecto de los resultados esperados?

Si eres la persona que liderará el proyecto digital, como era mi caso, debes preguntarte cuestiones similares. ¿Crees en el proyecto?¿Consideras la necesidad que trata de cubrir realmente importante? ¿Encaja en tu plan profesional?  Si no te haces las preguntas adecuadas no sabrás si el proyecto es para ti y si serás capaz de estar al frente el tiempo suficiente como para que tenga éxito. 

Recuerdo una ocasión en la que realmente me di cuenta de mi compromiso con el proyecto. No lo había reflexionado hasta que eran altas horas de la noche, casi amaneciendo. Fue un momento crítico para el proyecto. Estábamos a punto de lanzar la aplicación al mercado, después de probarla en algunos clientes y, por un problema con el proveedor de mensajería, las cartas con la presentación e invitación a probar la app no iban a llegar, salvo que se enviasen antes de las 10 de la mañana del día siguiente.

En ese momento, cuando me lo comunicó la agencia, decidí quedarme toda la noche preparando el envío. No estoy a favor de las jornadas intempestivas que se alargan más allá del horario “normal”, pero esa era una ocasión excepcional. Ahí comprendí que estaba comprometido, que haría lo necesario por que el proyecto saliese adelante. 

Cuando se lanza un proyecto en una pequeña empresa se hace, no esperando a que salga bien, sino sabiendo que tiene que ser un éxito, pues la empresa no puede afrontar lanzar diferentes proyectos digitales para ver cuál triunfa. Contar con el compromiso de las personas implicadas es clave para este éxito tan necesario. 

Flexibilidad a la hora de tomar decisiones en tu proyecto digital

Te equivocarás, alguna funcionalidad no servirá o no podrá ser como tú la habías pensado por que, simplemente, no puede ser así. Debes aceptarlo, rectificar y seguir probando.

La vida, por lo general, es mejor si somos flexibles. Sin duda, los proyectos digitales se gestionan mejor y tienen mayor tasa de éxito si los gestionamos de una manera flexible abiertos a variar y cambiar lo que en un principio creíamos que funcionaría de una manera.

Si algo tiene la tecnología es su rapidez de cambio. Un día tienes un teléfono que es el mejor del mercado y, al mes siguiente es uno más. Hoy tienes HD y mañana si no tienes 4k te has quedado anticuado. Si vamos a lanzar un proyecto digital tenemos que ser conscientes de que gran parte de los diseños que hagamos en su inicio no se parecerán al resultado final, es normal y debemos aceptarlo.

En la primera aplicación cuyo desarrollo coordiné (remarco el coordinar porque no soy desarrollador) teníamos una funcionalidad clave, que era asociar el usuario a la huella utilizada para desbloquear el móvil en su versión para iOS. La empresa que contratamos nos había dicho que no había problema, que era viable. Diseñamos la aplicación basándonos en eso y no fue hasta que estaba casi terminada que se dieron cuenta, al tratar de implementar esa identificación, que no era posible asociar un usuario a una huella, iOS no lo permitía. 

El problema no se quedaba ahí, sino que íbamos con retrasos en los plazos y el lanzamiento se había comunicado a los clientes. El problema se solventó con un cambio de última hora en la funcionalidad que no daba el resultado inicialmente previsto pero nos permitía que funcionase y poder lanzar mientras buscábamos una alternativa optima.

Afrontamos ese problema gracias a la flexibilidad que, en lugar de bloquearnos, nos permitió buscar una solución, modificar los planes iniciales, y poder cumplir las expectativas del cliente.

En muchas ocasiones verás que no todo sale como ha sido planeado. Verás que tienes que modificar gran parte de los planes que habías hecho y, no pasa nada por que esto suceda. Tienes que tener claro hacia dónde quieres ir y los objetivos a cumplir y ser consciente de que el camino puede alterarse en varias ocasiones siempre y cuando tengas un destino claro. 

Los proveedores como socios

Desde que lideré mi primer proyecto digital, aprendí que no deberían existir los proveedores para las acciones claves de la empresa. Está bien tenerlos para temas puntuales o para las actividades que no son el core de la organización. Para el día a día debemos contar con socios, no con proveedores. 

Y no hablo de socios que tengan participación en la empresa, hablo de socios que compartan nuestro día a día y formen parte de nuestro crecimiento. 

Por seguir con el ejemplo de la aplicación de la cual fui responsable, puedo afirmar sin miedo a equivocarme, que no hubiese salido adelante si la empresa con la que trabajamos fuese otra. Desde el inicio se implicaron en el desarrollo de funcionalidades, en explicar más allá de lo estrictamente necesario, de asumir errores y proponer mejoras. Trabajaron, no solo como proveedores, sino como socios que buscaban el éxito de nuestra aplicación porque entendían que el éxito de su cliente era su propio éxito.

Las relaciones win to win no son un éxito simplemente por que el mundo es mejor si todos nos ayudamos. Son un éxito por que trabajando en equipo con proveedores y clientes conseguimos dinamizar la economía, al menos la parte que nos afecta directamente, y hacemos que todas las partes implicadas en nuestro entorno mejoren y, consecuentemente, nuestra negocio también lo haga.

Dedica el tiempo que necesites a escoger unos buenos socio-proveedores. Pregunta a tu red de contactos por proveedores de los servicios que buscas. Investiga y busca personas que hayan liderado proyectos digitales similares al que tienes en mente y contáctales.