La educación digital frente a la brecha salarial: un reto necesario

La presencia de mujeres en el mundo universitario ha aumentado de forma significativa en los estudios superiores, rozando en el sector universitario el 55% del total de las personas matriculadas. Aunque el mundo ha cambiado mucho desde que Concepción Arenal tenía que hacerse pasar por un hombre para poder estudiar, aún sigue siendo necesario preguntarnos como sociedad por qué los datos siguen hablando de una brecha salarial innegable. Reflexionamos sobre todo ello y os contamos qué papel tiene en todo ello el sector digital. ¡Sigue leyendo y descúbrelo!

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Qué es la brecha salarial

La brecha salarial de género es la diferencia que se obtiene entre el salario medio que obtienen los hombres y las mujeres a la hora de desarrollar su actividad profesional. Diciéndolo de otro modo: es una forma más de comprender la desigualdad al observar cómo una mujer gana menos dinero al realizar el mismo trabajo.

Aunque pensemos que hoy en día el mundo en el que vivimos no tiene mucho que ver con el que habitábamos hace unos años, cuando en la televisión pública se hacía humor sobre una lacra social como la violencia machista o los tóxicos mitos del amor romántico eran el objetivo vital al que aspirábamos por puro aprendizaje social, lo cierto es que los datos son objetivos: según el Ministerio de Hacienda de España, la diferencia salariar anual entre un hombre y una mujer es de 4.915 euros al año.

Dos datos más: las mujeres deberían cobrar un 28,6% más para obtener el mismo sueldo que los hombres, estimándose el tiempo necesario para acabar con esta brecha en España en 105 años. Todo ello en un contexto social en el que los resultados académicos de ellas son mejores que los de ellos y en que hoy en día hay más mujeres que hombres en universidades, según datos del estudio de IVIE para la Fundación BBVA. ¿Pero por qué ocurre esto?

Causas de la brecha salarial

Las mujeres llegan a los estudios superiores más preparadas, consiguen mejores calificaciones y terminan sus estudios en menor tiempo y, sin embargo, cuando se enfrentan al mercado laboral, siguen en desventaja. ¿Pero cuáles son las causas de la brecha salarial? Te enumeramos algunas de ellas a continuación:

1# Empleo a tiempo parcial

Hay un número mayor de mujeres que de hombres que trabajan a tiempo parcial. Esto ocurre, sobre todo, porque ellas siguen haciéndose cargo en buena medida de los cuidados, un trabajo no remunerado del que se suelen encargar más, ya sea al cuidar a personas mayores o cuando hacen frente a la maternidad. Las ayudas y posibilidades a la hora de conciliar son insuficientes.

2# Peores empleos

Que las mujeres están más presentes en sectores y empleos peor pagados es otra causa, algo que impide que progresen en su carrera profesional al mismo nivel que los hombres y que obtengan mejores ingresos.

3# Trabajos menos reconocidos socialmente

Como aquellos que tienen que ver con los cuidados y que se encuentran muy asociados a ellas. Son esos que están asociados a la dedicación, la empatía y la entrega, que se alejan del manejo del dinero, un concepto fuertemente masculinizado.

4# Menor autovaloración

Lo que repercute en que acepten con mayor facilidad las condiciones laborales que se les ofrece y que negocien menos su salario, además de ser menos propensas a los cambios de trabajo por cuestiones salariales. Piensan que ser tomadas por ambiciosas las coloca en un mal lugar, siendo esta una etiqueta habitual en sus compañeros, mientras que ellas a menudo hacen frente al conocido síndrome del impostor. Aún falta empoderamiento y una correcta valoración de sus empleos.

5# Ignorancia de las empresas

Que necesitan cuestionarse cómo renumeran a sus empleados y empleadas, observando estadísticamente las diferencias salariales por género para poder adoptar medidas y análisis precisos.

Motivos para acabar con la brecha salarial

Aunque la respuesta sencilla sería por pura justicia, es buena idea que observemos los principales motivos por los que la sociedad debe ponerle el freno a la brecha salarial

• Por cuestión de derechos, que probablemente sea el motivo más importante

• Por mejorar la productividad de las empleadas, que se verían más motivadas al sentirme más queridas y desarrollarían su trabajo de forma óptima

• Por hacerle frente a la desigualdad, que afecta al presente de las mujeres, pero también a su futuro, al de sus hijos y al de un mundo en el que abundan los hombres ricos y las mujeres pobres.

• Por equilibrio social frente a un mundo tradicionalmente patriarcal, en el que es justo otorgar el mismo salario a hombres y mujeres para que todos por igual puedan desarrollar su vida personal y profesional de la mejor manera posible.

Desigualdad en el sector digital

Según datos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, la demanda en el ámbito digital aumenta a un ritmo de un 4% anual. El avance tecnológico que el mundo ha experimentado en la última década es inmenso, suponiendo un sector lleno de oportunidades de futuro en el que la formación continua en habilidades digitales y el reciclaje profesional son muy necesarias. Sin embargo, la brecha de género digital sigue estando presente, al igual que en el resto de carreras STEM.

Según datos del informe Women on Digital Age de la Comisión Europea, por cada mil mujeres graduadas en educación superior, solo el 24% lo hace en sectores relacionados con las tecnologías de la información (TIC), estimando que su aumento supondría un incremento anual del PIB situado en los 16.000 millones de euros. Solo a nivel económico, este dato ya debería hacernos pensar.

La transformación de las empresas, de la sociedad y de las administraciones con el objetivo de garantizar el acceso igualitario en las carreras y empleos digitales se ha convertido en una prioridad, aunque ni en áreas como el cloud computing o la inteligencia digital ellas superan el 30%. El fomento de la formación tecnológica desde los primeros años de vida y la supresión de la definición de profesiones por cuestión de género son formas de intentar paliar una realidad que requiere de ayudas institucionales para seguir peleando por la igualdad, con becas como las que ofrecemos en IEBS.

Hay que recordar que apostar por el sector digital implica hacerlo por sueldos un 30% más elevados, una tasa de paro mínima y un área donde la flexibilidad y el trabajo en remoto son cada vez más habituales. 

Cómo acabar con la brecha salarial

En un mundo en el que la mujer se ha incorporado al mercado laboral sin dejar de ser las máximas responsables de los cuidados, lo que provoca claras disfuncionalidades en su desarrollo profesional, es interesante plantearse opciones con las que tratar de hacerle frente a la brecha salarial. ¡Veamos algunas!

1# Realizar auditorías retributivas

Algo habitual en grandes compañías concienciadas con esta problemática, estudiando cada año los salarios que pagan a todos sus empleados. Con esta medida, las empresas se percatan de si están dando un trato equitativo a todo el equipo.

2# Publicar los salarios

¿Sabías que, en Reino Unido, desde el año 2017, todas las empresas con más de 250 empleados deben hacer públicos los datos de su brecha salarial en la web del propio Gobierno? Una medida de este estilo ayudaría a terminar con el tabú respecto a este tema y a frenar la desigualdad.

3# Eliminar los nombres, edades y fotografías de los CV

Poco a poco se están implementando los currículos ciegos, con lo que se busca que las empresas se centren en valorar la formación y experiencia laboral de los candidatos, dejando de lados los prejuicios.

4# Ser más flexibles con el teletrabajo

Con la llegada de la COVID-19, las empresas se vieron obligadas a imponer el teletrabajo. Esta práctica permitió que muchas mujeres pudiesen conciliar mejor su vida personal y profesional, dentro del caos que supuso la situación de confinamiento e incertidumbre global. Seguir apostando por un modelo de trabajo híbrido que combine el trabajo presencial y el que se lleva a cabo en remoto facilitaría mucho las cosas a las personas y, sobre todo, a las mujeres. Ya es hora de entender que el presencialismo muchas veces es innecesario, fomentando así el liderazgo digital.

5# Imponer una proporción mínima de reclutamiento

Es decir, que haya un mínimo de mujeres en las compañías para evitar que sus perfiles sean descartados frente a los de ellos por cuestión de género. Las cuotas de género tienen mucho más que ver con un tema de justicia social y de méritos que de ventaja sistémica.

Si todos queremos lograr un mundo más justo, poner en el foco una realidad que evidencia lo que queda por hacer es necesario, también en el mundo de la educación digital. Tener un trabajo no garantiza evitar situaciones de desigualdad y trabajar para erradicar esta realidad es hacerlo por un mundo más amable para todos y un mercado con más empleos de calidad.

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