Hace unos días encontramos este chiste por Internet y queremos animaros a verlo; echad un vistazo a la metáfora.
No parece muy justo que este señor obligue a todos los animales a hacer el mismo ejercicio, cuando, evidentemente, no todos lo animales son iguales y cada uno tiene sus puntos fuertes y débiles. La cara del pobre elefante lo dice todo… ¿subirse al árbol? En la fila de fauna presente hay unos cuantos a los que no les va a costar nada subirse, pero hay otros para los que es prácticamente una tarea imposible.
Si todos somos distintos, y cada uno se decanta por hacer una cosa u otra, ya que se le da mejor o peor, ¿por qué la prueba ha de ser la misma? Este sistema, por desgracia, lo encontramos hoy en día en nuestra sociedad.
Miremos este otro ejemplo, que seguro que también os es familiar:
¿Cuántas veces habéis conocido a alguien que era pésimo estudiando en el colegio o la universidad pero al que se le daban genial otras cosas? El chico de la viñeta podría ser perfectamente el elefante o el pez de la fila de animales a los que se les pide subir al árbol. Su potencial no es subir árboles o, en este caso, hacer exámenes en los que memorizar datos, cifras o nombres. Lo que al chico se le da bien es construir cosas; es creativo, le gusta trabajar con las manos, construye nuevas herramientas, busca nuevas soluciones… ¿En qué momento la sociedad ha apartado esto del sistema educativo y por qué? Desde nuestro punto de vista es vital que la educación se adapte a las distintas personalidades y a todas las facetas productivas que puede tener una persona, sin centrarse exclusivamente en potenciar un sólo modelo.
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Una apuesta por potenciar la creatividad y la innovación de los alumnos
Valorar las distintas capacidades de los estudiantes y explotarlas parece algo obvio; sin embargo, es al mismo tiempo difícil de encontrar. Si tienes una idea, nadie te explica cómo llevarla a cabo, cómo convertirla en un modelo de negocio… parece que a todos nos enseñen cómo ser parte del engranaje de una máquina, pero no cómo convertirnos por nosotros mismos en la máquina entera; ser autosuficientes, ser capaces de innovar y buscar mejores materiales, mejores sistemas… La falta de creatividad se dibuja en el horizonte como la muerte de la innovación y los avances. Es por eso, que desde IEBS queremos arraigar una cultura educativa que apueste por estas dos variables.
Además, apostamos por la educación online para que el alumno pueda adaptar totalmente la formación a su tiempo y espacio de trabajo.
Adaptar la educación al nuevo ecosistema mundial; cambiante y digital
Aunque la sociedad se llene de orgullo al presenciar lanzamientos científicos o tecnológicos, lo cierto es que podríamos hacerlo mucho más a menudo si quisiéramos. Existe un claro discurso social en el ámbito público y empresarial; “sí, apostemos por la creación de más innovaciones”. Las ilusiones que tenemos no coinciden con la práctica del sistema que tenemos. Entre el listado de las competencias que se supone que los estudiantes han de adquirir en las escuelas y universidades, no vemos reflejados estos ideales. ¿A caso no se puede considerar una competencia la creatividad, la innovación o el emprendimiento?
Poco a poco, las personas que han sentido la necesidad de explotar esas facetas, han encontrado un modo de llegar hasta ello por su cuenta. Muchos personajes que han logrado grandes cosas no fueron a la universidad, y aunque suene tópico, lo cierto es que hicieron bien; al fin y al cabo, un sistema único no es para todos, por qué no todos somos iguales.
En un ejercicio de conciencia común, animamos a pensar en cómo dejar atrás este modelo educativo; fundamentado en la memorización de un contenido a base de preguntas y respuestas sacadas de un manual cerrado y fijo que no da pie a la experimentación o a la reflexión. En IEBS estamos absolutamente convencidos de que estas metodologías ya no son aptas en el mundo cambiante y digital en el que vivimos.
¿Cuál es la alternativa?
Si a cada animal de la primera viñeta lo miramos de forma individual, o si al chico de la segunda viñeta le preguntamos qué le gusta hacer, descubriremos una nueva forma personalizada de enseñar y de formar a personas distintas y especiales en muchos campos diferentes. ¿Qué miedo hay a la diversidad?
La educación ha de transformarse, como ya hemos hecho en IEBS, en un espacio que incube a personas autónomas, capaces de explotar sus propias habilidades al máximo. Lo más importante, a nuestro parecer, es darles las herramientas necesarias para hacer frente a un problema y dejar que la imaginación y las habilidades de cada uno les permitan llegar a la respuesta por sí mismos; seguramente no todos los alumnos encontrarán el mismo camino para llegar hasta la meta, y eso será lo mágico en cierto modo. Por ese camino se crearán sinergias nuevas, se buscarán soluciones innovadoras, o incluso se encontrarán metas nuevas que no estaban planeadas. ¿No es mejor tener a 30 alumnos descubriendo caminos que darles la hoja de ruta y conseguir que todos y cada uno de ellos hagan exactamente lo mismo?
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Lo que IEBS propone
El pilar fundamental que sustenta un aprendizaje que potencie todo lo que hemos comentado hasta ahora es la práctica. A través de un aprendizaje práctico, como por el que apostamos en nuestra escuela, se consigue que los alumnos vayan aprendiendo y adquiriendo todas las experiencias necesarias que terminarán reutilizando en el futuro y que les darán la seguridad de afrontar los retos con más firmeza y de forma más resolutiva e innovadora.
Una reflexión que ya contamos hace un tiempo en un artículo tenía que ver con lo que intentamos mostrar y, además, con un ejemplo muy ilustrativo: cuando aprendemos a ir en bici y nos caemos, la caída nos sirve para que cuando volvamos a coger la bici no nos vuelva a pasar. Se podría decir que los errores se corrigen con la experiencia, pero no mirando un vídeo.
Los esfuerzos que depositamos a diario en la escuela están orientados a hacer posible este nuevo concepto de aprendizaje. Nuestros cursos cuentan con casos prácticos semanales en los que el alumno se enfrenta a retos reales. Lo mejor de todo es que, como en la vida, no lo hacen en solitario. De forma colaborativa, cada uno de los alumnos tiene la opción de conversar con el resto y de crear nuevas ideas.
Metodología basada en la creatividad
Una de las partes más significativas de esta nueva metodología es la creación de objetivos: como decíamos antes, es contraproducente poner un objetivo o meta y dar una guía paso a paso o mapa de cómo llegar hasta ella. Lo interesante es que surjan nuevas ideas y soluciones para adquirir los objetivos y por eso nosotros apostamos por poner metas, entregar herramientas y guiar a nuestros alumnos dejándoles absoluta libertad, pero estando dispuestos por si lo necesitan.
Durante este proceso creemos que es crucial que la experiencia de los alumnos se vea nutrida con experiencias de profesionales del sector que ya han pasado por lo mismo; han vivido situaciones parecidas, o tienen una carrera labrada en torno al tema que enseñan. Cuando de pequeños aprendemos a ir en bici, la persona que nos coja de la mano antes de empezar ha de ser alguien en quien tengamos confianza, de otra manera no querremos irnos. En este caso, aplicamos la misma teoría; si queremos que nuestros alumnos aprendan construyendo su propio camino, debemos tenderles una mano experta que aporte la confianza suficiente de que saben todo lo que necesitan para enfrentarse al reto que tienen delante.
Si os ha gustado conoceros, a nosotros nos encantaría hacerlo también, pero mientras meditáis esa decisión, os dejamos con unos cuantos materiales que queremos compartir con vosotros.
El primero es este vídeo de Ken Robinson, sobre cómo la educación mata la creatividad, el cual nos parece una reflexión que casa muy bien con lo que opinamos del futuro de la educación.
Lo segundo que os compartimos es un pequeño esquema de lo que hacemos en IEBS, aunque nada lo explica mejor que lo que acabamos de contaros
Y para acabar, si queréis conocer el alma de la escuela, os recomendamos entrar en el canal de Youtube de IEBS School y visitar las decenas de testimonios de alumnos y material didáctico que tenemos colgado. ¡Esperamos veros!
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