La figura del jefe siempre se ha asociado con algo negativo. Esa persona que nos controla en el trabajo, que nos señala cuando algo está mal y a la que tememos decirle que necesitamos algo. Los últimos años, sin embargo, tal vez a causa de la introducción al mercado laboral de nuevas generaciones con otros ideales más abiertas de mente, que han visto y vivido las experiencias laborales de sus padres, han traído un poco de aire fresco y se ha empezado a hablar del “jefe ideal” o, llamado de otra manera, el líder. Alguien que cambia el modo en el que se dirige una empresa, que ha evolucionado y que aplica técnicas y psicologías más efectivas. Pero, ¿cuáles son las diferencias entre un jefe vs un líder a efectos prácticos?
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Jefe vs líder: ¿En qué se diferencian?
En el entorno laboral, el papel de un jefe y un líder son dos conceptos que a menudo se confunden. Mientras que ambos desempeñan un papel crucial en la supervisión y dirección de un equipo, sus enfoques y habilidades difieren significativamente.
Un jefe tiende a enfocarse en la autoridad y el control, utilizando su posición jerárquica para establecer reglas y garantizar la obediencia. Por otro lado, un líder se destaca por su capacidad para influir en los demás, inspirarlos y guiarlos hacia un objetivo común.
Un líder fomenta un ambiente de confianza y colaboración, motivando a su equipo a alcanzar su máximo potencial y superar desafíos. Mientras que un jefe puede depender de la disciplina y el mando, un líder utiliza la empatía, la comunicación efectiva y el ejemplo personal para impulsar el crecimiento y el éxito colectivo.
Aunque la línea que separa a un jefe de un líder puede ser difusa en ocasiones, comprender las diferencias fundamentales entre ambos conceptos es esencial para promover un entorno laboral productivo y satisfactorio. Dicho esto, veamos en qué difiere un jefe vs un líder:
Un jefe se premia a sí mismo vs un líder premia a los demás
Un jefe raramente se hará cargo de sus errores, pero se llevará todas las medallas por los logros. No admitirán haberse equivocado en un momento dado, no recordar algo o haber tomado una decisión que no resulta ser la adecuada. La culpa recaerá en los demás.
El líder es consciente de que los errores han de admitirse para aprender de ellos y no volver a repetirlos. Un líder no se lleva el mérito del trabajo él solo, sino que lo comparte con los demás porque sabe que el trabajo es en equipo y en ningún caso él solo ha podido realizar una tarea de la empresa, sino que es gracias a la colaboración de todos en cada parte de la cadena.
Un jefe es tu superior vs un líder es tu compañero de trabajo
El jefe tiene un bonito despacho, alejado del barullo de la oficina, donde no pueden acceder a él con facilidad. No está presente en el trabajo del día a día por lo que su visión de cómo funcionan las dinámicas de trabajo está distorsionada y no representa la realidad, sino que responde a una percepción que él o ella toma desde la distancia. Es más difícil poder contarle los progresos y problemas porque hay que ponerle en situación y en contexto de demasiadas cosas.
Un líder puede ser también tu superior, porque tiene más experiencia que tú y más responsabilidades pero se sienta con sus compañeros de trabajo y está en contacto con ellos. Ya sea para solucionar problemas juntos, para aportar soluciones y nuevas ideas fruto de su experiencia o para servir de apoyo en vez de ser la figura que te lo pone todo más difícil.
Un jefe utiliza a las personas vs un líder las hace crecer
Una de las principales señales de que tu superior es un jefe y no un líder es cuando le ves tratar a las personas como “dispensables” para la empresa. Es una práctica muy común en los jefes; “si tú no puedes hacer el trabajo, lo hará otro”. Suelen usar esa expresión como excusa para forzar a las personas a hacer más de lo que deberían y dejar claro que en cualquier momento en el que no puedan hacerlo todo podrá venir alguien a sustituirles.
Un líder apuesta por sus empleados y se pone en su piel. No exige niveles de trabajo que no dejen espacio para el aprendizaje y la creatividad. Cuando un líder ve que un empleado está fallando en algunas cosas, su primera reacción no es amenazarlo con prescindir de él y buscar a otro, sino ayudarle y preguntarse si esa persona está bajo las condiciones de trabajo adecuadas para realizar su tarea correctamente.
Un jefe evoca miedo vs un líder evoca respeto y confianza
El jefe proyecta una autoridad basada en un estado de superioridad hacia sus empleados. Puede estar sonriente un minuto y al siguiente estallar. Sus respuestas son autoritarias en vez de colaborativas. Su opinión es la única que vale y la impone sobre la de los demás sin escuchar lo que puedan ofrecer. Con un jefe no se establece una relación de confianza porque falta comunicación: no es la clase de persona a la que te acercarías a comentarle un problema o a pedirle consejo porque sabes que eso puede ir en tu contra y que vas a encontrar un toque de atención en lugar de una mano tendida.
La auténtica autoridad proviene del respeto por la persona. El líder se gana el respeto cuando se involucra en el trabajo en vez de dar únicamente ordenes, cuando demuestra a sus compañeros que se puede hablar con él con confianza y sin temor a recibir una reprimenda por opinar distinto o por no haber hecho exactamente lo que se había dicho. El líder valora el atrevimiento y la innovación. Al líder se le conoce, sus compañeros de trabajo saben cómo es porque pueden establecer una comunicación fluida.
Un jefe se centra en el trabajo y en los errores vs un líder en la gente y en soluciones
El objetivo primordial de un jefe es que las cosas estén hechas. Suelen tener la percepción de que cuanto más esté hecho más se avanza, pero luego gastan energías señalando todo lo que ha salido mal, sin pararse a pensar qué falla en el proceso. Eso es problema de los demás.
El líder no solo busca que las cosas estén hechas, también se encarga de fortalecer y motivar a su equipo. Los verdaderos líderes toman la iniciativa para que las cosas salgan mejor, en vez de centrarse únicamente en señalar lo que está mal.
Un jefe piensa a corto plazo vs un líder piensa en el futuro
Las decisiones que toman los jefes solucionan problemas presentes pero no futuros. Se trata en la mayoría de casos de disposiciones rutinarias que implican poco riesgo para la empresa. El jefe no se piensa dos veces el poner por delante los beneficios económicos del día a día a los beneficios a largo plazo. Por ejemplo, una situación muy habitual hoy en día es encontrar empresas que contratan becarios a los que cambian cada X meses para poder contratar a otros, y así sucesivamente, evitando pagar salarios completos y tener a gente en plantilla. Sin darse cuenta de que a la larga eso afecta en la productividad de la empresa, que ha de malgastar tiempo enseñando desde cero a nuevos empleados constantemente.
Las decisiones que toma un líder no tienen efectos inmediatos, sino que son una apuesta por mejoras que llegarán con el tiempo. Por ejemplo, que sus trabajadores adquieran nuevos conocimientos en el trabajo es un plus, conocen la filosofía de la empresa y además están aprendiendo cosas nuevas, con lo cual se convierten en el mejor activo a largo plazo. Un líder no piensa en despedir a alguien a los pocos meses de empezar en la empresa para ahorrar costes fiscales o salarios, entre otras cosas, sabe que formar a alguien de nuevo es perjudicial y representa una pérdida del tiempo invertido hasta ese momento con el trabajador en cuestión.
Un jefe dice “Yo…» vs un líder dice «Nosotros”
El jefe es aquel que siempre ha de ser el centro de atención. Aprovecha cualquier oportunidad para explicar algo sobre él, sobre las cosas que ha hecho y sobre cuánto ha triunfado. Sus opiniones suelen ser las mejores y las opiniones de los demás son desacreditadas. También es común que un jefe se muestre a sí mismo ante los empleados como una víctima. Su tiempo es más importante, sus problemas son más grandes o sus preocupaciones son las únicas válidas.
El líder da un paso atrás para dejar que salga lo mejor de su equipo y reconocerlo. No habla constantemente de sí mismo, sino que pregunta a los demás sobre ellos. Eso implica que sus opiniones le importan, que cree que le pueden aportar más conocimiento en vez de ser un estorbo para sus objetivos. Así como ya habíamos dicho que el líder se involucra en el trabajo en equipo, eso hace que no se sitúe en una posición de víctima. Los demás lo ven sufrir o disfrutar en igualdad de condiciones.
Un jefe “sabe cómo se hace» vs un líder «enseña cómo se hace
El jefe siempre alardea sobre cómo se debe hacer algo, deja claro que él sabe hacerlo y que si él puede, los demás también. Pero pocas veces, o ninguna, se le ve haciendo lo que dice que sabe hacer. Por otra parte, el modo correcto de hacer las cosas es el suyo, aunque no lo enseñe. Otras variaciones del proceso que busquen mejorar son mal vistas porque son cambios a algo que “ya funciona”.
El líder sabe cómo debe hacerse algo y para que los demás también lo sepan lo hace con ellos. Les muestra sus tácticas, sus métodos, sus pautas y deja que los demás las lleven a cabo junto con él. En el proceso, además, cabe la posibilidad de que el líder aprenda algo nuevo sobre la forma que tienen los demás de hacer la misma tarea.
Las diferencias son claras y dependiendo de si tienes un líder o un jefe en tu empresa determinará, en gran medida, lo que puedas aportar como individuo. Hay un estudio, que se elaboró en los años 60 y que trata sobre la dirección y la psicología en el ambiente de trabajo. Su autor, el Doctor Laurence J. Peter, dedujo de los datos obtenidos que los empleados tienden a elevar su nivel de incompetencia cuando se encuentran en un ambiente de trabajo en el que se promueve la jerarquía. La esencia de la jerarquización ilustra una tendencia que promueve un equipo fracturado y de bajo rendimiento en el que los integrantes han de rendir cuentas a un líder y ven sus capacidades menguadas; no son capaces de hacer sus funciones con eficacia.
Sabemos que encontrar líderes es difícil, y que en el trabajo no es todo siempre de color de rosas, pero en muchas empresas es necesario que los superiores encuentren un equilibrio lo más cercano posible al líder. Probablemente se ahorrarían muchos problemas. En IEBS hemos abrazado la innovación en los recursos humanos en el Master en RRHH Online para crear mejores empresas. ¡Tú también puedes convertirte en un líder con las herramientas necesarias!
¡Excelente trabajo! Provee de los comportamientos esperados en un líder. Orienta de manera clara y hasta divertida visualmente al lector. Felicitaciones.