Vuelven a saltar las alarmas en el ámbito de la desigualdad laboral entre hombres y mujeres tras la celebración del Día Internacional de la Mujer el pasado 8 de marzo. Los estudios presentados durante 2016 mostraban que el mundo todavia no estaba a la altura de las circunstancias y que las desigualdades entre hombres y mujeres, tanto en el ámbito familiar cómo en el laboral, son aún palpables y muy evidentes en la mayoría de países.
España se sitúa a la cola de la Unión Europea en lo que respecta a la igualdad laboral entre hombres y mujeres. Los nuevos datos han mostrado que no solo se ha agravado el nivel de discriminación de las mujeres en el mercado laboral español, sino que además España figura como el segundo país con el nivel de desempleo femenino más alto. El el año pasado se situaba en un 19%, más del doble de la media europea, para situarse como la segunda más elevada de los 28 países que conforman la Unión Europea (UE), solo por detrás de Grecia. Según datos de Eurostat difundidos por el Instituto de Estudios Económicos (IEE), la tasa de desempleo femenino se ha ido conteniendo en España en los últimos años, para bajar del 26,7% en 2013 al 19% en 2017.
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La desigualdad laboral entre hombres y mujeres en cifras
Según datos publicados por Eurostat, al comienzo del año pasado desempleo femenino en España era del 19%, el masculino es del 15,7%. En un informe del Instituto Nacional de Estadística de 2017 se puede ver cómo las mujeres todavía se encuentran con más dificultades que los hombres a la hora de ocupar un puesto en el mercado laboral; ellas representan el 53,24% de la población activa, frente al 64,73% de los hombres. Esta situación ha empeorado con la crisis económica, que desde 2009 ha hecho crecer más el paro femenino que el masculino.
El estudio muestra que aquellas que consiguen un trabajo acceden a él en peores condiciones que los hombres; para empezar, las mujeres tienen menos probabilidades de conseguir un contrato indefinido, además de las desigualdades salariales; en los últimos 9 años la brecha salarial entre lo que gana una mujer y lo que gana un hombre se ha agravado también. Las mujeres, de media, cobran hasta 4.745 euros menos al año que los hombres, aunque los datos proporcionados por Gestha en marzo de 2019 son más alarmantes: la brecha salarial se ensancha en 100 euros y las mujeres ya cobran casi 4.900 euros menos que los hombres. Estas diferencias se aprecian sobretodo en los puestos directivos y de responsabilidad en las empresas, a los que las mujeres acceden con mucha más dificultad.
La tendencia desigualitaria se ve reflejada también en las prestaciones sociales que reciben las mujeres; por ejemplo, en tema de pensiones ellas reciben una prestación más baja que la de los hombres, debido a que sus salarios han sido más bajos y que no acumulan tantos años de experiencia como ellos. Las prestaciones por desempleo también son un ejemplo de la desigualdad que se vive en el mercado laboral; sólo el 17,71% de las mujeres paradas demandantes de empleo pueden recibir la prestación, en la mayoría de casos porque no acumulan el tiempo suficiente trabajado.
Uno de los lastres que aún arrastra la sociedad, no solo la española, sino que también sucede en el resto del mundo, es que son las mujeres las que tienden siempre ha hacer un parón profesional a causa de la maternidad, mientras que los hombres raramente se toman tanto tiempo para obligaciones familiares. Es muy común aún que sea la mujer la que pida bajas por maternidad o reducciones de la jornada laboral para cuidar de los hijos. En algunos países como Suecia ya se han establecido leyes de igualdad, como por ejemplo que las bajas de maternidad y paternidad sean obligatoriamente iguales. Estas medidas lo que hacen es forzar la igualdad, pero aún no se consigue que se lleve a cabo de forma natural. El secretario general de Gestha, José María Mollinedo, asegura que se necesita llegar a acuerdos políticos que fomenten la aplicación de más medidas activas como «aumentar la dotación para escuelas infantiles y centros de día o la flexibilidad horaria para poder hacer efectiva la conciliación laboral«.
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La coordinadora del informe publicado por la UGT, Almudena Fontecha, asegura que las causas que explican estas discriminaciones son, por ejemplo, la infravaloración del trabajo que realizan las mujeres, el hecho de que la mayoría trabajen en categorías profesionales de menor retribución y que no se repartan las responsabilidades entre mujeres y hombres de forma equitativa, no sólo en el ámbito familiar sino también en las políticas públicas.
La desigualdad empieza en el hogar; las mujeres destinan una media de 4 horas y 29 minutos al día a tareas del cuidado del hogar y la familia, mientras que los hombres dedican dos horas menos. Este reparto desigual en el ámbito privado de la vida es una muestra de que hace falta un cambio en la conciencia social y no solo en las políticas laborales. El cambio debe provenir primero de la educación y luego asentarse con políticas que fomenten la aplicación de los valores de igualdad.
Algo curioso de las nuevas generaciones y que ejemplifica de nuevo el acceso desigual al mercado laboral son las cifras del estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) del pasado mes de enero. Los datos reflejaban que entre la población de jóvenes de 25 a 34 años de edad, las mujeres tienen más estudios pero son los hombres los que consiguen más oportunidades de trabajo a pesar de tener un nivel de titulación más bajo, mientras que ellas acaban en las listan del paro con más frecuencia. El estudio no se refiere únicamente a España, aunque si que la sitúa en la cola, también se ha realizado con datos de países como Brasil, Rusia, Argentina, China, Colombia, India, Indonesia, Letonia, Arabia Saudí y Sudáfrica.
La OCDE subraya que la diferencia entre la preparación académica y el empleo está estrechamente relacionada con la escasez de servicios para atender a los hijos, como las guarderías, o las deferencias habituales de salarios entre hombres y mujeres.
En las últimas décadas hemos asistido a cambios importantes en el mercado laboral; es cierto que la tasa de incremento de mujeres en el mundo profesional se ha incrementado, pero la tarea de llegar a la igualdad está incompleta. A estas alturas los resultados podrían ser mucho mejores; las desigualdades parecen hoy más injustas que ayer, precisamente por el contexto más innovador y avanzado que nos rodea en otros ámbitos. El camino sigue siendo largo y debe pasar, necesariamente, por todos los peldaños; desde la educación de los más pequeños a las medidas en pro de la conciliación laboral por parte de las administraciones y las empresas.
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Es simple los homicidios en cualquier país hacia los hombres son diez veces más altos q hacia las mujeres, los vagabundos son en un alto porcentaje superior a las Vagabundas, los presos son en altísima proporción superiores hombres, los trabajos más riesgosos son de hombres, eso es una verdad simple si se quiere tapar lo ojos pues siga con su feminismo ciego.
Pero que tergiversada esa información,no tienen en cuenta un montón de factores como el mas simple que es el trabajo de riesgo que sufrimos los hombres y eso de que hay mas mujeres con estudios es por que siguen la mayoría carreras mas cortas si no fíjate en carreras como ingeniería (carrera difícil) hay muchos mas hombres, las mujeres dominan carreras tipo maestra jardinera que por mucho es mas fácil que ingeniería, obviamente se reciben mas maestras que ingenieros pero que estupideces dices.
Hola Dallas, ¿qué tal?
La información que facilitamos en el artículo es oficial y está enlazada a la fuente por si la quieres consultar. La que nos ofreces tú en cambio no leo ningún tipo de respaldo oficial.
Saludos.