Cuando dicto clases sobre algún tema relacionado con Recursos Humanos siempre suelo preguntar a los asistentes si “darían la vida por su empresa” metafóricamente hablando claro está. Lo curioso es que creo que no más de un 5% de la clase alguna vez ha levantado la mano.
Y, lo interesante es que a aquellos que lo hacen les brillan los ojos y describen a su empresa casi como su segundo hogar. Los que se quedan absortos con la reflexión se quedan callados sin pronunciar palabra o es como abrirles una puerta para que se desahoguen y expresan su malestar.
Finalmente es eso lo que es nuestro lugar de trabajo un segundo hogar en el que compartimos más de la mitad del tiempo de nuestras vidas por lo que debería ser un “remanso de paz y felicidad”. Sin embargo, esto parece un sueño inalcanzable que en contados casos se hace realidad y en muchos otros puede parecerse más a una terrible pesadilla de la que es imposible despertar.
Ciertamente en una misma empresa puede haber aquellos que son felices y aquellos que están por “razones de fuerza mayor”. Seguramente estos últimos a la primera posibilidad sin pensarlo dos veces harán un cambio encantados de cerrar un capítulo más en sus vidas. Los empleados insatisfechos darán un resumen de su “nefasta” experiencia a quienes puedan explicar lo infelices que se sienten, lo poco valorados que están, las contadas oportunidades que tienen, el terrible ambiente que existe y un largo etcétera. Los más osados y desolados además también compartirán sus sentimientos en algún medio social: #odiomitrabajo.
Esto siempre ha pasado y siempre pasará. Ahora bien, algunos empleadores conscientes del tremendo daño que genera el hecho de que sus propios empleados hablen mal de su trabajo y de su empresa se han volcado a palear la situación a través del sincero interés por comprender las necesidades de sus colaboradores y se esfuerzan por diseñar programas que permitan que exista un buen clima laboral en el que se respire armonía. Otras han ido más allá haciendo planes de carrera e incentivos individuales, se han esmerado por generar la máxima empatía con cada situación particular, destinan recursos para la formación continua, comprenden la importancia de la conciliación laboral y familiar y generan ambientes que incentivan la creatividad.
Empresas que toman acción en pro de la satisfacción de sus empleados comprenden que trabajar por el fortalecimiento de una marca como buena empleadora (Employer Branding) es una inversión que genera rendimientos desde el momento cero ya que empleados satisfechos es igual a: mayor productividad, menor rotación, ahorro de costes, ampliación de conocimiento, reducción de incidencias, mejor ambiente de trabajo, mayores ventas, mejor reputación y el aumento de la probabilidad de seleccionar el mejor talento del mercado capaz de “dar su vida por la empresa”, es decir empleados comprometidos que son felices con lo que hacen, comulgan con los valores de la empresa, hablan bien de ella, se sienten parte de esta y la sienten de verdad como su segundo hogar.
¿Darías la vida por tu empresa? ¿Se aplican acciones de Employer Branding en tu empresa? ¿Quieres aprender más acerca de Employer Branding
—-
Si estás por Colombia y este tema te interesa, te invitamos a asistir al evento «Marca la Diferencia» que Juanita Acevedo presenta en Bogotá, Colombia, el día 5 Mayo. Un evento dinámico que combina la teoría y la práctica e integra conceptos de Personal & Employer Branding y que tiene como objetivo principal brindar herramientas on-off line necesarias para ejecutar un plan de marketing personal que permita destacar dentro del ámbito laboral.
Menudo aportazo de articulos, muchas gracias por compartir.
Si tenemos en cuenta que actualmente las escuelas de negocio basan el éxito de sus pupilos en la marca personal… mal lo llevamos. España tiene cultura de pelotazos, de cobrar a más no poder independientemente de los méritos y la estrategia corporativa es una entelequia en la mente de la gente. Casos como Casbega-Coca Cola muestran lo que hay …
Contáronme una gran empresa española en la que se propuso, a través de una simple Intranet, votar entre compañeros quien debía el líder y trabajar en una serie de proyectos que se exponían. Los datos fueron claros: los perfiles técnicos ocultos sin ‘personal brand’ eran elegidos en masa y los líderes no tenían que ver, ni de lejos, con los oficiales de la empresa. El departamento, inocente de el, que realizo eso fue un tipo de departamento que pocas empresas PYME tienen y no era el de RRHH.
Aunque parezca mentira, el método es empleado en más de una empresa americana (y de las gordas). Pero el el experimento en esta gran empresa española, como aquella película del Das Experiment, se tuvo que parar porque el fregado en el que se metía al todopoderoso departamento de Recursos Humanos , económico y de estructura, era de aupa.
La empresa sigue siendo tan ineficiente, o más, que antes y se sigue gastando un pastón en rollos Employer Branding. Por eso tiene varios consejeros ex políticos, que es la mejor marca personal en una empresa española, para utilizar ‘otros cauces’ que la salven de la quema.
Y por lo que veo, ya que es muy conocida : Sí , en esa empresa, «Los empleados insatisfechos siguen dando un resumen de su “nefasta” experiencia a quienes puedan explicar lo infelices que se sienten»…
Interesante post, aunque desgraciadamente bastante lejano a la situación actual en muchas empresas y lugares actuales, según mi experiencia y opinión.
Lo que existe es el miedo para hablar, acudir a sindicatos, para denunciar ciertas situaciones… En resumen, no convertirse en trabajador problemático que pueda perjudicarte en futuros trabajos.
Creo que muchos empresarios de ciertos sectores en los que sobra mano de obra son más conscientes de esa necesidad laboral que de la «mala prensa» que un trabajador les dé, aunque por si acaso siempre se firma contrato de confidencialidad.
De todos modos, opino en que cualquier caso y cualquier trabajo toda persona debe intentar hacer bien su trabajo por orgullo propio.