Cómo implementar el lean thinking en tu negocio para aumentar la eficiencia

En un mundo empresarial altamente competitivo, la eficiencia es un factor clave para el éxito. Una metodología que ha ganado popularidad en los últimos años es el lean thinking. El lean thinking se enfoca en optimizar los procesos para lograr una mayor eficiencia en los negocios. En este artículo vamos a explorar cómo implementar el lean thinking en tu negocio para aumentar la eficiencia.

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Los pilares del Lean

Antes de comenzar a implementar el lean thinking, es crucial comprender sus principios fundamentales. Estos principios incluyen identificar el valor desde la perspectiva del cliente, mapear el flujo de valor, crear un flujo continuo, establecer un sistema de producción justo a tiempo y buscar la mejora continua. Familiarizarse con estos principios es esencial para aplicar el lean thinking de manera efectiva.

5 Principios del Lean Thinking

Los fundadores del Lean Enterprise Institute (LEI), James P. Womack y Daniel T. Jones, establecieron los cinco principios clave para cualquier implementación lean. Estos son valor, flujo de valor, flujo, pull y perfección. Vamos a explorar cada uno de ellos y ver cómo, al combinarse, estos principios proporcionan los cimientos necesarios para que los equipos busquen la mejora continua.

1. Valor

En primer lugar, las empresas deben esforzarse por comprender qué significa el valor para sus clientes. Solo entonces podrán crear productos y servicios que puedan satisfacer las necesidades de sus estos. Sino se tiene una comprensión clara de lo que los clientes quieren y necesitan, las empresas no alcanzan el objetivo. Esto no solo significa no poder dar a los clientes lo que quieren, también significa que se ha invertido tiempo, esfuerzo y recursos en trabajar en algo que no aporta valor.

El valor no es el primer principio del lean thinking por casualidad. Identificar adecuadamente el valor del cliente es donde las empresas pueden diseñar sus procesos para entregar ese valor de manera eficiente.

Para conocer a fondo las necesidades del cliente, las las empresas deben escucharlos: interactuar con ellos, comprender como piensan, conocer y analizar sus puntos de dolor. Esto permite a las empresas descubrir los requisitos y expectativas de los clientes.

2. Flujo de Valor

Una vez identificado lo que el valor significa para los clientes, las empresas deben definir cómo cumplir ese valor. Para hacerlo, se deben identificar todos los procesos y pasos que transforman materias primas o ideas en productos funcionales que los clientes usarán.

El mapeo del flujo de valor es una técnica lean utilizada para identificar el proceso mediante el cual se crean y entregan productos y servicios. El objetivo no es otro que descubrir cualquier paso en el proceso que no agregue valor al producto final y trabajar para eliminarlos.

3. Flujo

Después de identificar los procesos que no agregan valor y eliminarlos, es hora de que el trabajo fluya a través de él. Establecer un flujo fluido significa que el trabajo no se ve obstaculizado ni bloqueado. Como se dice en el LEI, «Haga que los pasos que crean valor ocurran en una secuencia estrecha para que el producto o servicio fluya sin problemas hacia el cliente».

Hay que tener en cuenta que establecer un flujo fluido de trabajo no es tan fácil como parece. Llevarlo a cabo puede significar introducir cambios en la organización a los que algunos pueden resistirse al principio. Por poner un ejemplo, imaginemos una empresa en la que están acostumbrados a trabajar solo dentro de su área de trabajo. Los desarrolladores escriben el código y los analistas de control de calidad realizan las pruebas. Este procedimiento que parece aislado solo crea barreras dentro de un equipo. Genera pérdidas de tiempo y de espera prolongados, transferencias innecesarias y deuda técnica. Para que el trabajo fluya sin problemas, debería introducirse un pensamiento multidisciplinario. Incluso el entorno en el que los equipos trabajan debe ser propicio para la colaboración.

4. Pull

Ya tenemos las pérdidas de tiempo y el trabajo fluyendo sin problemas. Ya se puede ver en poco tiempo como el time to market se reduce significativamente. Habremos conseguido algo realmente importante, crear la configuración deseable para que los clientes adquieran productos cuando los necesiten. Por lo que ya no se necesitan fabricar productos solo para almacenarlos como inventario.

5. Perfección

Cuando una empresa pasa por una transformación lean thinking, se dan cuenta de que no es solo un proyecto más. La identificación de valor, el perfeccionamiento del flujo de valor, el establecimiento de un flujo fluido y el esfuerzo constante para garantizar que solo se produzca cuando sea necesario y en la cantidad adecuada, forman parte de una iniciativa de mejora continua a la que toda la organización debe unirse para respaldar. Esto significa que el lean thinking debe estar integrado en la cultura de empresa.

La búsqueda del producto y el proceso perfectos es interminable. Por lo tanto, una empresa debe de tener un sistema que anime a todos a trabajar juntos para mejorar sus procesos de forma incremental. Aquí es donde entran en juego modelos de mejora de procesos como el Kaizen. Kaizen es una filosofía empresarial para inculcar una cultura de mejora continua dentro de la organización.

Conclusión

El lean thinking sin duda ayuda a las organizaciones a crear y diseñar flujos de trabajo eficientes que generan productos y servicios que los clientes necesitan. Y lo que es más importante, transforma la mentalidad a través de la cual opera una empresa. Una mentalidad centrada en la mejora continua y el respeto por las personas para generar valor. Esta mentalidad es lo que impulsa a una organización Lean a trabajar por un cambio duradero. Un cambio que beneficie tanto a la empresa como a sus clientes.