¿Alguna vez te has preguntado cómo una empresa, con tantos movimientos de dinero, consigue mantener las cosas bajo control? Ahí es donde entra el CFO, o Director Financiero. Este alto cargo de la empresa, aunque pueda sonar técnico, es clave para que todo funcione sin sobresaltos. Pero no se trata solo de hacer números. El CFO además de controlar el presupuesto, se asegura de que cada decisión monetaria se alinee en la misma dirección de la compañía ¡Sigue leyendo!
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Pensar a futuro: La clave de todo buen CFO
El principal trabajo de un CFO es planificar y anticiparse. No se trata solo de pensar en la situación actual sino adelantarse a lo que está por venir. Por ejemplo, si una empresa quiere abrir oficinas o abrir sus puertas en otro país, el CFO se encarga de analizar la viabilidad y buscar el momento adecuado financieramente para llevarlo a cabo.
Controlar los costos sin matar la innovación
La liquidez, la tesorería y la caja, son sin lugar a dudas la gran preocupación de todo emprendedor y empresario. Su labor consiste en encontrar el equilibrio financiero entre gastar inteligentemente y no agotar los recursos en actividades improductivas. No es lo mismo reducir los gastos en publicidad que optimizar los costos de producción sin bajar la calidad.
Por ejemplo, si la empresa está invirtiendo demasiado en proveedores externos, un CFO experimentado puede renegociar los contratos o incluso recomendar el cambio de la producción a otro lugar. Así se mantiene el equilibrio entre gastar lo necesario y, a la vez, seguir creciendo.
El flujo de caja o como salvaguardar la liquidez
Sin liquidez, no importa lo bien que vaya la empresa porque no podrás pagar a tus deudores y empleados. El CFO es quien se asegura de que siempre haya dinero disponible para cubrir los gastos mensuales. Esto incluye, desde pagar a los empleados, hasta afrontar cualquier gasto inesperado que pueda surgir.
No es muy difícil y muchas veces es de sentido común, pero ya sabemos aquella frase que dice que este sentido es el menos común de los sentidos 🙂
Gestión de los Riesgos financieros y empresariales
Los mercados son impredecibles. Un día todo va bien y al siguiente todo cambia de golpe. La función del CFO es anticiparse a estos riesgos. En lugar de creer que “todo saldrá bien”, el CFO su función es estar preparado si todo sale mal. Ya lo decía la misma biblia en los años de bonanza hay que guardar porque los años duros llegarán. Al final se trata de no dejar nada al azar.
Toma de decisiones con datos
El CFO no toma decisiones a ciegas. Esto significa que antes de dar el visto bueno a una inversión importante, lo analiza todo con detalle, no solo los números. Además se asegura de que la inversión es estratégica y tiene sentido para el modelo de negocio de la organización.
En el caso del lanzamiento de un nuevo producto, evaluará el potencial de rentabilidad de la misma y si ve que puede poner en riesgo la organización o va a mermar el EBIDTA, se opondrá a ello.
Financiación externa
No todas las empresas pueden financiarse solo con sus ingresos. A veces, para crecer, es necesario buscar financiación externa. Aquí es donde el CFO negocia con bancos o inversores para asegurarse de que la empresa consiga el dinero que necesita, con las mejores condiciones posibles.
Es como pedir una hipoteca: no basta con conseguirla, también hay que asegurarse de que las cuotas no sean un problema a largo plazo.
Mucho más que números
El trabajo del CFO es mucho más que cuadrar cuentas. Su función es estratégica, y está siempre muy cerca del CEO, porque cada decisión que toma, puede cambiar el rumbo de la empresa. Desde planificar el futuro financiero, hasta asegurar que siempre haya dinero en la caja, el CFO es el guardián de las finanzas.