En los tiempos que corren hoy en día uno de los principales problemas que se encuentran las empresas es el acceso a financiación. Y si ya es complicado para empresas en funcionamiento, para aquellos que quieren empezar una nueva empresa el reto es casi imposible.
Antes de que la crisis campara a sus anchas por España, las entidades financieras acaparaban el 80% de la financiación a empresas y startups. Hoy en día esa financiación no llega al 25% en el caso de las nuevas empresas, que tienen que recurrir a otras formas de financiación, o lo que es peor, no emprender.
En estos momentos se hace imprescindible acudir a la financiación de las 3F’s: Family-Fools-Friends, lo que literalmente se corresponde con la familia, los tontos (irónicamente) y los amigos. Esta expresión anglosajona (proveniente de EE.UU.) hace referencia a ese capital semilla inicial que proviene de la familia y amigos, que aportan ese mínimo de capital para iniciar una empresa con unos recursos justos pero suficientes, que permiten constituir la empresa y dotarla de una mínima estructura para empezar a funcionar.
Pero ojo, el involucrar a tu familia o amigos para invertir en tu negocio no es como prestarte dinero para un café, que ya se lo pagarás (si eso). Debe tratarse como un inversor más, justificando el importe que invierten (cuidado al valorar lo que vale la empresa o la financiación que realmente se necesita) y especificando claramente su implicación (un préstamo clásico, se convierten en accionistas, en socios industriales,…).
Otra forma de acceder a financiación que está en auge en España es el crowdfunding, o financiación colectiva o en masa. Son básicamente redes donde confluyen potenciales inversores (mecenas) y nuevos proyectos empresariales. Los emprendedores presentan sus proyectos, indican la financiación que necesitan y si el proyecto gusta, es viable y tiene potencial, recibirá la financiación a través de microaportaciones de muchos inversores. Es decir, en vez de pedir, por ejemplo, 10.000 euros de un solo inversor, a través de estas redes lo solicitas a 1.000 personas, con lo que con aportaciones pequeñas de muchos puedes alcanzar esa cifra que necesitas.
Como todo, tiene sus ventajas e inconvenientes. Como ventajas destacamos que fomentan las ideas creativas, conectan mecenas y emprendedores con intereses similares, es abierto y transparente y suelen conllevar objetivos claros y palpables por parte del emprendedor. Como principal desventaja destacaría que tienes que exponer tu idea mucho antes de poder ponerla en marcha. En España destacan redes como Verkami o Lánzanos.
Como podéis ver, hay alternativas a las entidades financieras, y afortunadamente cada hay más. Estas son solo dos fórmulas, así que si tienes una idea empresarial y los bancos no abren el grifo, no tires la toalla. Si tu proyecto es bueno, podrás conseguir la financiación que necesitas, simplemente hay que buscar un poco más allá y estar abierto a otras formas de financiación que lo clásico de toda la vida. En nuestro master en dirección financiera y contable podremos ayudarte con tu plan de finanzas así como con otros aspectos contables clave para tu empresa.