Aspirar a convertirse en una empresa innovadora se ha puesto de moda en los últimos años. Ante el innegable éxito que han tenido empresas como Apple o Google, muchos directivos quieren descubrir las claves para poder replicar estas fórmulas de éxito en sus empresas. Pero no nos engañemos, no hay ninguna fórmula mágica: el éxito empresarial depende de un complejo conjunto de factores que cubren aspectos como el modelo de gestión, el clima organizacional, etc.
En este artículo te explicamos una serie de principios por los que apuestan las empresas innovadoras y que podrás aplicar fácilmente en tu negocio. ¡Sigue leyendo!
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Índice de contenidos
¿Qué es una empresa innovadora?
Una empresa innovadora es aquella que está siempre cambiando, probando nuevas ideas y ofreciendo nuevos productos o servicios. Es posible que no todos los productos sean un éxito, pero siguen adaptándose al mercado y aprendiendo cuál es la mejor forma de mantenerse en él. Detectar las tendencias a tiempo y la diversidad son dos características fundamentales.
Es decir, hablamos de una empresa innovadora cuando implementa nuevos procesos, ideas, servicios o productos con el objetivo de mejorar notablemente los resultados finales. Esto engloba desde lanzar productos nuevos y mejorados hasta hacer que un proceso existente sea más eficiente o resolver un problema comercial. Un enfoque empresarial nuevo, un diseño renovado o la creación de un equipo de innovación puede impulsar este aspecto.
La gran mayoría de empresas saben que la innovación es necesaria si quieren seguir funcionando en el futuro. Con los avances tecnológicos que están revolucionando todas las industrias, las compañías necesitan avanzar para seguir siendo relevantes.
Por un lado u otro, las empresas innovadoras acaban siendo recompensadas, no solo por el hecho que de estar preparadas para el futuro, sino también porque suelen contar con los mejores talentos y con una mayor demanda de consumidores. El elemento clave de la innovación es que genera ingresos para la empresa.
Innovación en la creación de productos post coronavirus
Tipos de innovación empresarial
La innovación empresarial puede implicar la creación de un nuevo producto o servicio. Hay muchos ejemplos de innovación en los negocios. Los más conocidos son los siguientes:
- Innovación de producto o servicio: Crear un producto completamente nuevo que sea adyacente a la oferta principal de una empresa. También engloba cuando a partir de un producto se realizan cambios significativos para mejorar sus funciones o resultados. Es el caso de Apple con el iPhone. Cada año lanzan una nueva versión mejorada con nuevas características.
- Innovación de procesos: Diseñar una nueva forma de ser más eficiente en el core business. Se implementan procesos nuevos o se mejoran los que hay, ya sea en cuestión de fabricación, distribución, logística, compras, etc. Por ejemplo, Amazon usando robots en el almacén.
- En el modelo de negocio: Presentar una nueva forma de ganar o ahorrar. Se crean nuevos métodos y diseños organizacionales, ya sea en las prácticas de la empresa, en la organización del lugar de trabajo o en las relaciones exteriores. Un ejemplo sería Toyota, que decidió escuchar más a sus colaboradores en la línea de embalaje para afinar detalles en la producción.
- Innovación en marketing: Se crean nuevos métodos de venta o se incluyen mejoras en el diseño de un producto o embalaje, precio, distribución o promoción. El objetivo es tratar de satisfacer mejor las necesidades de los consumidores.
En función de la perspectiva que se tenga de ella existen dos visiones:
- Innovación centrada en la tecnología o investigación:
El objetivo es desarrollar una nueva tecnología diferencial que supere las existentes para poder explotarla comercialmente en un futuro. - Innovación centrada en el usuario: El foco está en comprender en profundidad las motivaciones, los problemas y las necesidades del usuario para después crear y desarrollar nuevas soluciones.
Por qué debes convertir tu empresa en una empresa innovadora
La innovación empresarial ofrece múltiples beneficios a las compañías que lo aplican. Entre ellos, te señalamos los más destacados:
Son más eficientes
Gran parte de los procesos de innovación empresarial nacen con el objetivo de conseguir que los procesos sean menos costosos. También, que requieran menos tiempo para ser completados y sean más sostenibles. Estos cambios facilitan que una compañía se adapte a los contratiempos y a las nuevas tendencias con facilidad, lo que hace que se vuelvan más fuertes y se sientan cómodas en un entorno de volatilidad y riesgo.
Percepción de marca
La sostenibilidad es uno de los valores por el que están apostando cada vez más marcas hoy en día. Sabemos que los consumidores ya no compran según un producto sea bueno o no. Ahora quieren que las marcas tengan valores y estén socialmente implicadas. En este sentido, aspectos como la preocupación por el medioambiente hacen que los consumidores estén más dispuestos a comprar a aquellos negocios que son innovadores y socialmente responsables.
Atraer talento
Más que nunca, los empleados, en particular los millennials y la Generación Z, quieren trabajar en empresas ágiles y modernas. Ya no solo por el prestigio que supone trabajar en una empresa innovadora, sino porque entienden que es el futuro y que la personalidad rompedora de la marca se asemeja a la suya. Gracias a esto, los nuevos talentos querrán trabajar en su empresa y habrá una buena tasa de retención.
Adaptabilidad
Si se hace bien, la innovación empresarial es muy útil a la hora de hacer un balance de hacia dónde se dirige el mercado. Puede analizar posibles disruptores o cambios en la demanda de los consumidores. Las empresas utilizan esa información para realizar cambios estratégicos y para animar a los empleados internos para que sean emprendedores. Esos cambios pueden incluir la creación de un producto o servicio similar a lo que están haciendo las nuevas empresas emergentes, comprarlo a otros en la industria o asociarse con startups.
Cómo convertir tu negocio en una empresa innovadora
Si quieres convertir tu negocio en una empresa innovadora, sigue los siguientes puntos:
1. Los objetivos en el centro
El primer paso es integrar la innovación empresarial con los objetivos de la organización. La innovación debe estar alineada con los objetivos de la empresa y contribuir a la consecución de los mismos. ¿Por qué queremos innovar? ¿Qué queremos conseguir con ello? ¿En qué medida puede contribuir la innovación a alcanzar dichos objetivos? Antes de ponerse en marcha hay que crear un plan estratégico para ayudarnos en la consecución de nuestras metas.
2. Pensamiento lateral
Las empresas innovadoras apuestan por el pensamiento lateral. Esta metodología aplicada a productos o servicios ya existentes permite generar productos o servicios completamente nuevos que cubren necesidades no satisfechas por los originales. Además, emplear el pensamiento lateral en una organización te permite, entre otras cosas, prescindir de ideas rígidas, salir de la rutina mental, tener distintos puntos de vista que enriquecen la perspectiva y obtener nuevas alternativas de solución en las dificultades.
3. Innovación disruptiva
Las empresas innovadoras se centran en las innovaciones disruptivas. Existen dos clases de innovaciones: incrementales y disruptivas. Las disruptivas contribuyen a generar nuevos mercados y nuevas cadenas de valor. Las innovaciones incrementales son la otra cara de la moneda y no crean nuevos mercados ni cadenas de valor, sino que se centran en mejorar y evolucionar un bien o servicio ya existente. Por lo general, las empresas punteras se focalizan en las primeras, generando bienes y servicios completamente nuevos.
4. Innovación a todos los niveles
Las innovaciones deben producirse a todos los niveles de la organización, no están restringidas al departamento de I+D+i o al administrativo. Todos los departamentos deben ir a la par, mantenerse bien informados y no dejar que ninguno se quede atrás en el proceso de transformación. Esto supone todo un reto en la mayoría de las compañías.
5. Visión de futuro
Como hemos comentado anteriormente, las empresas innovadoras tienen visión de futuro, siendo capaces de anticiparse a las futuras necesidades del mercado. Estas necesidades vienen muchas veces en forma de tendencias. Por eso, una empresa innovadora se distingue del resto de negocios por su predisposición al cambio y su agilidad para adaptarse a nuevas situaciones y demandas de los consumidores.
6. Rápida adaptación al cambio
Este punto va en la línea del anterior. Las empresas innovadoras, ante un cambio radical del mercado, son capaces de adaptarse inmediatamente saliendo de su zona de confort. En otras palabras, la innovación no puede mantenerse al margen del entorno de la empresa. Podríamos resumir una buena adaptación al cambio si somos capaces de reconocer cuando el entorno está cambiando, conocer al máximo el nuevo escenario, actuar en concordancia a esos cambios, ser flexible y crear valor empresarial.
7. Toda empresa puede ser innovadora
No hace falta ser una gran multinacional para innovar: los pequeños negocios también pueden desarrollar potentes innovaciones. Es más, muchas personas piensan que la capacidad innovadora depende, ya no solo del tamaño de la empresa, sino también del grado de desarrollo del país, de la industria en cuestión o de los recursos disponibles. Lo cierto es que la innovación depende más de la apuesta que realicen las empresas por la innovación, de la planificación de la estrategia y, por supuesto, de su ejecución.
8. Buenos líderes al mando
Los gestores de la empresa son esenciales en la actividad innovadora. Ellos serán quienes respalden y motiven a los empleados a proponer todas sus ideas recompensando las mejores. En otras palabras, el equipo directivo es el responsable de crear y mantener la cultura innovadora en la organización.
La cultura innovadora requiere que se construya un entorno en el que la interacción de los empleados se normalice. Para ello, pueden convocarse reuniones de intercambio de ideas y ofrecer herramientas digitales que ayuden a difundir o dar forma a estas ideas.
9. Un equipo motivado
Si la empresa necesita un buen líder que fomente la cultura innovadora, también necesita a trabajadores predispuestos. El equipo es esencial a la hora de generar nuevas ideas innovadoras si, como hemos comentado en el apartado anterior, sus sugerencias son valoradas y tenidas en cuenta. Pero, además, debe fomentarse su espíritu creativo. Por lo general, las personas no nos consideramos ni creativas ni innovadoras, y el equipo directivo deberá cambiar esta visión entre los empleados.
10. El cliente siempre tiene la razón
¿Te acuerdas del clásico dicho que dice que el cliente siempre tiene la razón? Pues en este caso es cierto. La focalización en el cliente es la clave de una empresa innovadora. Estas compañías hacen todo lo posible para asegurarse de que sus clientes están satisfechos y les escuchan. Averiguan sus gustos, lo que quieren, cómo lo quieren y lo que necesitan. Una vez tienen recopilada toda esta información, les ofrecen soluciones.
Para ser innovador, tener ideas inspiradas en los clientes es fundamental. El cliente y sus necesidades deben ser el foco de la empresa, mientras que vender queda en un segundo plano.
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Feliz día a tod@s!!
Os dejo con otro post sobre cómo crear una cultura innovadora: http://clientia.es/cultura-innovadora-en-4-pasos/ puede que sea un buen complemento a éste.
Gracias por el post Eduardo y a impulsar la innovación!