¿Qué son los bots escritores de contenido y cómo funcionan?

Todos hemos oído hablar alguna vez de los «bots». Especialmente por su revolucionaria presencia en las redes sociales. Sin embargo, estos softwares no se limitan aquí. Sus funciones son infinitas y los hay de miles de tipos. De hecho, actualmente existen bots que son capaces hasta de crear contenido automatizado. Hablamos de artículos de calidad media que posiblemente la mayoría de usuarios no distinguiríamos de un texto redactado por un periodista. En este artículo te explicamos qué son los bots escritores de contenido y cómo funcionan. ¡Sigue leyendo!

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¿Qué son los bots escritores de contenido?

Una gran parte del contenido consumido en Internet, y cada vez mayor, ha sido generado de forma automática y artificial. Los bots escritores de contenido son auténticas máquinas automatizadas de creación. Generan noticias empleando datos estructurados.

Son capaces de imitar la escritura humana, crear historias y hasta responder de forma coherente en cuanto a servicios de atención al cliente.

Esto ha supuesto que cada vez sean más las empresas que desarrollan este tipo de producto tecnológico. Sobre todo destinados a escribir informes a partir de datos estadísticos para generar reportes financieros. Pero no solo sirven para la elaboración de informes o la creación de artículos, también pueden programar, por ejemplo, pronósticos meteorológicos.

Los bots escritores de contenido se están convirtiendo en una herramienta valiosa que da apoyo a los periodistas para darle forma a la información. En especial aquella que llega desordenada y a raudales, pues la máquina se encarga de seleccionar y descartar aquello que no sea útil.

El uso de robots en periodismo empezó a partir de 2014, cuando comenzó a extenderse su existencia. Dos años más tarde, Facebook anunció en una conferencia el lanzamiento de bots para esta red social. En este proyecto ya tenía como socios para su puesta en marcha a medios como la CNN. Esto ha permitido al periodismo el uso de nuevas formas de comunicación con su público. Por ejemplo, pudiendo conectar mediante mensajería instantánea a través del móvil.

¿Cómo funcionan los bots escritores de contenido?

A pesar de que los hay de todo los tipos, por lo general los bots escritores de contenido tienen unos principios básicos comunes.

Su primera tarea es la semántica. El bot elige un campo semántico como por ejemplo podría ser «ropa». El campo semántico de «ropa» contiene, a su vez, subcampos. Estos podrían ser «jersey», «pantalón», «camiseta», «falda», etc. Todos ellos, a su vez y a pesar de formar parte del campo semántico de «ropa» tienen también sus propios subcampos semánticos.

Una vez elegido el campo semántico, el segundo paso consiste en aportar una base de datos para que la pueda procesar. Estas bases de datos están en Internet. Tienen el objetivo de aportar los datos básicos para cada subcampo del campo. Estos serán incluidos en los contenidos que creará el bot.

El tercer paso y tras haber recopilado la información del campo y los subcampos, el bot se valdrá de plantillas de frases prefabricadas para ir rellenando con la información obtenida. Además, es capaz de crear hasta categorías y de añadir links a artículos relacionados.

El resultado nos lo podemos imaginar, contenidos de una calidad y legibilidad más que correcta.

La debilidad de los bots generadores de contenido son las traducciones. Si estas se producen en el proceso de construcción del artículo, seguramente se traducirán de forma literal, lo que es probable que distorsione el sentido del texto.

Ventajas y peligros del uso de bots

El uso de bots escritores de contenido en medios de comunicación genera un debate constante por sus diversos peligros y ventajas.

Estos robots no solo hacen uso del lenguaje, también son capaces de añadir al texto emojis o contenido multimedia. Además, la geolocalización facilita la difusión de la información de forma inmediata.

Pero la implementación de robots en el ámbito periodístico ha generado muchos comentarios negativos. De hecho, se ha llegado a plantear que la introducción de automatismos en la generación de artículos podría suponer el fin del periodismo.

El mal uso de los bots es el principal culpable de la desconfianza de los usuarios. Sus funciones más conocidas son las que se realizan con un fin fraudulento. Por ejemplo, la generación de perfiles falsos, la difusión de fake news o incluso la producción de interacciones falsas para atraer a más usuarios a cierta web o perfil.

Es importante destacar que su uso en el periodismo va mucho más allá. Se pueden usar de forma positiva como complementos en el desarrollo de la labor informativa. Por ejemplo, como apoyo al periodista realizando acciones tediosas, ayudar a tener un mayor conocimiento del consumidor para ofrecer contenidos personalizados, rastrear y detectar noticias falsas o frenar la difusión de estas, detectar nuevas tendencias o cambios de patrones de comportamiento, etc.

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