Imagina poder predecir las probabilidades que hay de que el mejor talento de tu empresa te abandone, o de saber cuántos empleados esperan una subida de sueldo. Dar respuesta a las preocupaciones más recurrentes del departamento de recursos humanos es posible, ahora más que nunca, gracias a la introducción del Big Data en el sector. Por todo esto, en este post veremos qué es y las mejores técnicas de retención de personal. ¡Sigue leyendo!
Te puede interesar: Master en RRHH online
Índice de contenidos
¿Qué es la retención de personal?
La retención de personal o retención de empleados es la capacidad de una empresa de conservar su talento. Se está convirtiendo en un diferenciador competitivo clave, especialmente en los departamentos IT, ya que existe una gran demanda y suele haber mucha rotación. Esto se debe a la brecha de talento, ya que el crecimiento de los puestos de trabajo relacionados con las nuevas tecnologías es superior al número de profesionales formados en esta área y capaces de cubrir estos roles.
El objetivo de la retención de personal es que los empleados elijan permanecer en su empresa actual y no busquen activamente otros puestos en el mercado laboral. Como nos podemos imaginar, lo opuesto de la retención es la rotación, donde los empleados dejan la empresa por una variedad de razones.
Cada empresa y sector tiene una tasa de retención variable que indica aproximadamente el porcentaje de empleados que han permanecido en la organización durante un período fijo.
Tipos de rotación de personal
Existen diferentes tipos de rotación de personal y no todos impactan de la misma forma en una empresa. Por ejemplo, imagina a una persona que ha estado trabajando en una organización durante más de seis años. Su pareja se ha visto obligada a irse a vivir a otra ciudad por motivos médicos. En este caso, como responsables de recursos humanos no podemos hacer mucho por retener al empleado, especialmente si el trabajo es 100% presencial.
Otro caso sería que un empleado que lleva en la empresa dos años, ha crecido rápidamente y está desmotivado porque su puesto de trabajo ha dejado de ser un desafío. Es posible que esta persona empiece a buscar otro empleo de forma activa y es un blanco fácil para otros reclutadores. En este caso, sí podríamos poner de nuestra parte por intentar retenerlo.
Ahora, imagina a un empleado que lleva diez años en la empresa en el mismo puesto de trabajo y con la misma responsabilidad, que no ha crecido en su departamento. Cuando participa en auditorías de desempeño se da cuenta de que su contribución en el resultado final es mínima y que está dedicando su tiempo a un proyecto en el que no aporta un impacto directo. En este caso, que quisiera renunciar podría ser positivo para la empresa a pesar de que aumentara el ratio de rotación de personal.
En definitiva, valorando los tres casos anteriores podemos ver que el concepto de retención de personal es multidimensional y que cada caso debe estudiarse. Los datos generales no siempre son significativos.
¿Por qué es importante la retención de personal?
El coste de perder a los mejores talentos para una empresa es muy alto. Se calcula que reemplazar a un gerente que gana 40.000 euros al año le cuesta a la empresa de 20.000 a 30.000 euros en gastos de reclutamiento y capacitación. Esto sin tener en cuenta el tiempo que se pierde en hacer entrevistas, en conocimiento o productividad.
Además, una tasa de rotación alta también afecta a la motivación del resto de empleados, a su productividad e indirectamente a su rendimiento ya que, normalmente, antes de dejar un trabajo, se suele dejar de dar lo máximo de sí mismo y comprometerse con los proyectos a largo plazo. Por lo general, el coste de reemplazar a un empleado puede oscilar entre la mitad y el doble del sueldo anual del empleado. Las empresas que no dan prioridad a la retención de personal lo pagan a un precio muy alto.
Aunque en muchos casos poco pueden hacer desde recursos humanos, el 77% de las razones detrás del abandono de los empleados se pueden prevenir. Lo más importante es identificar los aspectos que puedan estar impulsando a los trabajadores a irse y hacerles frente antes de que sea demasiado tarde.
Cómo calcular la tasa de retención de personal
De todas formas, tener un número puede ayudarnos como referencia. Por eso, si quieres calcular la tasa de retención de personal, puedes hacerlo de la siguiente forma:
Primero, deberás hacer un recuento total de empleados en un momento concreto. Por ejemplo, a principios de año. Puede ser de un único departamento, de una única oficina en el caso de tener varias o de toda la empresa. Imagina que este número es 2000.
Cuando acabe el año, deberemos comparar el número inicial con el número de personas que siguen en plantilla. Obviamente, eliminando las nuevas contrataciones. Si este número fuese 1950, por ejemplo, deberemos calcularlo con la siguiente fórmula: (1950/2000) x 100. Esto nos dará la tasa de retención de personal en porcentaje. En este caso será de 97,5%.
Sin embargo, no nos podemos quedar solo con ese número. Como hemos dicho en el punto anterior, es recomendable evaluar cada caso por lo que, imagina que de estos 50, 30 empleados con un rendimiento bajo han dimitido y cinco han sido despedidos por mala conducta en el trabajo. Estos son indicadores de una buena rotación porque al final nos acabamos ahorrando costes de su baja productividad. Para calcular esto, deberemos sumar estos números a los 1950 y obtendremos 1985. Teniendo en cuenta este número, la tasa de retención real será (1985/2000) x 100. Es decir, 99,1% será la base para las futuras estrategias que implementemos.
Las mejores técnicas de retención de personal
La retención de personal debe ser siempre una prioridad. Según diversos estudios, hasta el 35% de los trabajadores abandonarán sus trabajos cada año hasta 2023. Además, si les sumamos la nueva tendencia de teletrabajo, los empleados tienen un abanico mucho más amplio de ofertas de trabajo a las que presentarse.
Por eso, debemos trabajar para evitarlo. A continuación, toma nota de las mejores técnicas de retención de personal:
1. Proporcionar un plan de desarrollo profesional
Existe un vínculo directo entre la baja inversión en el desarrollo de los empleados y la rotación de personal. Por eso, apoyar su crecimiento y aprendizaje continuo les motiva y les hace quedarse.
Establece planes de desarrollo profesionales claros para cada uno y ofrece programas formativos o actividades para potenciar su creatividad, compromiso y efectividad. También puedes organizar sesiones internas de intercambio de conocimientos en las que los empleados se enseñen entre sí nuevas habilidades adquiridas. Escúchales y deja que te expliquen de qué forma quieren crecer dentro de la empresa.
Además, pide a los managers que le den la oportunidad a aquellos empleados que hayan mostrado interés en una nueva área ofreciéndoles participar en un proyecto paralelo en el que puedan trabajar. Esto les demostrará que como empresa nos preocupamos por su trayectoria profesional y que confiamos en ellos.
Master en RRHH online
¿Sabes cómo adaptarte al nuevo ritmo de trabajo del futuro?
¡Quiero inscribirme!2. Contratar a los empleados correctos
Los mejores empleados son aquellos que quieren estar cerca de otros que les inspiren, no que les depriman. Para ello, deberemos encontrar formas de atraer a candidatos de primer nivel. Eso sí, deberán estar alineados con nuestra cultura empresarial. Piensa cómo posicionar mejor tu entorno de trabajo para cada candidato y puesto. ¿Se ofrecen beneficios adicionales? ¿Quizás gimnasio, guardería o mutua?
Atiende las necesidades de cada grupo de profesionales ofreciendo oportunidades de desarrollo profesional, horarios flexibles o la posibilidad de trabajar de forma remota. También es importante destacar una sólida cultura de reconocimiento.
Por otro lado, cada vez más las empresas utilizan la gamificación en el proceso de reclutamiento, ya que lo hace divertido. Por ejemplo, juegos digitales o escenarios de realidad virtual ficticios.
3. Managers con impacto positivo
¿Cuántas veces hemos escuchado a alguien decir que dejó un trabajo por su jefe? La relación entre los managers y sus empleados directos tiene un impacto enorme en la experiencia de estos últimos. Para hacernos una idea, se calcula que casi la mitad de los trabajadores dejan su trabajo porque tienen un mal manager, y el 60% piensa que su manager necesita capacitación. Según un informe de Gallup, el 26% de los empleados están totalmente de acuerdo en que el feedback que reciben de sus superiores les ayuda en su desempeño laboral.
Los mejores jefes hacen de coach y su objetivo es sacar lo mejor de sus subordinados. Son positivos, optimistas, aplauden los logros, valoran a su equipo y son asertivos y colaborativos. Esta actitud fomenta la confianza mutua. Al establecer objetivos y darles autonomía, cada profesional sabe dónde está, qué tiene que hacer y a dónde quiere ir. La clave es saber potenciar sus fortalezas individuales.
4. Crear una experiencia de onboarding memorable
La incorporación es una de las etapas más importantes para hacer que los empleados se sientan parte de la organización, seguido por el primer año en la compañía. Un empleado puede tardar hasta dos años en alcanzar el mismo nivel de productividad que otro trabajador más veterano. Por eso, hacer que se sienta parte de la empresa desde el principio puede mejorar considerablemente la retención de personal.
Para ello, debemos ayudarles con sus responsabilidades, ofrecerles los recursos que necesiten para completar sus tareas y conseguir crear un entorno en el que se sientan aceptados y cómodos. Aquí los managers juegan un papel determinante y desde recursos humanos se le deberá sugerir formas para que se le ayude a integrarse en el equipo.
La creación de conexiones sociales entre compañeros de trabajo aumenta la probabilidad de retención, por lo que organizar eventos o actividades que unan a las personas en torno a intereses compartidos cuando se incorporen es muy eficaz. También debemos asegurarnos de que los empleados que teletrabajan no se queden atrás.
Ideas para dar la bienvenida a empleados
5. Ofrecer incentivos
Los incentivos son una buena forma de reconocer que el trabajo se ha hecho correctamente. Los estudios aseguran que el 85% de los trabajadores se sienten más motivados para dar lo mejor de sí mismos cuando se les ofrece un incentivo.
Lo bueno es que hay muchísimas formas de hacerlo. Podemos ofrecer desde incentivos monetarios, como programas de recomendación, bonificaciones o aumentos de sueldo o recompensas de bienestar, como membresías en gimnasio o suscripciones gratuitas a ciertas aplicaciones. También pueden ser aspectos más creativos, como darles la oportunidad de elegir en qué proyectos quieren trabajar ese mes, regalar tiempo extra remunerado para descansar, etc.
6. Crear cultura de empresa
Una cultura de empresa trabajada es fundamental no solo para mejorar la retención de personal, sino también para atraer nuevos talentos. Según un estudio de Glassdoor, el 77% de los trabajadores consideran la cultura de una empresa antes de presentarse a una oferta de trabajo. Otro informe de Associated Press asegura que casi la mitad de los empleados dejarían su puesto de trabajo por uno que ofrezca un salario más bajo pero en una compañía con una mejor cultura empresarial.
Cultivar una cultura organizacional sólida profundizará las relaciones existentes con los empleados. Pero no es tan fácil. Desarrollar una buena cultura implica recompensar a todos aquellos que se comportan de acuerdo a los valores de su empresa todos los días. Estos valores deben ser importantes para todos los empleados y deben transmitirse de forma que todos puedan interiorizarlos.
Para ello, relaciona los objetivos del negocio con sus productos y comunica cómo la misión de la compañía influye en la forma en la que los empleados trabajan en todos los sentidos.
7. Centrarse en el bienestar de los empleados
El cansancio de los empleados es un problema muy importante en muchos sectores y aumenta a un ritmo muy alarmante. Los síntomas de agotamiento como falta de energía, sentimientos negativos y de aislamiento son muy difíciles de superar. Esto puede manifestarse incluso físicamente haciendo que finalmente se decanten por abandonar la empresa.
Sin embargo, esto puede mejorarse con una buena estrategia de retención de personal. Por ejemplo, ofreciendo horarios más flexibles y asegurándose de que las responsabilidades, expectativas y volumen de tareas tenga sentido.
También podemos enseñar a los managers a detectar estos casos para que puedan apoyarse en ellos, animar a los empleados a que gasten sus días de vacaciones o ayudarles a que practiquen actividades en las horas de ocio.
8. Fomentar el compromiso de los empleados
La desmotivación laboral en un empleado es perjudicial para la empresa, ya que suele contagiar su actitud al resto del equipo. Según los estudios, solo el 21% de los empleados aseguran estar comprometidos.
Una de las cosas que más afectan en el compromiso de los trabajadores es no darles voz. La mayoría de profesionales quieren influir en las decisiones que afectan a su trabajo y darles una voz real puede mejorar mucho la tasa de retención. Dejar que opinen y dar feedback, así como tenerles en cuenta a la hora de poner en marcha diferentes estrategias, demuestra que se les tiene en cuenta.
En este sentido, abrir un canal de comunicación en el que los empleados puedan proponer oportunidades, nuevas acciones o comentarios sinceros es muy buena opción. También pueden ponerse en marcha encuestas de participación para saber cómo se sienten acerca de sus funciones, el equipo y sus managers en vez de las típicas encuestas anuales larguísimas. Mejor aquellas cortas y recurrentes que nos permitan abordar los problemas que puedan surgir a tiempo real.
¿Qué te ha parecido este artículo sobre retención de personal? Deja tus comentarios y ¡comparte!
Y si quieres apostar por el compromiso por el capital humano y empezar a usar estas dinámicas y técnicas de retención de personal infórmate del Master en RRHH online. ¡Te esperamos!
Master en RRHH online
¿Sabes cómo adaptarte al nuevo ritmo de trabajo del futuro?
¡Quiero inscribirme!