Oscar Fuente ¿Sabías que, según un estudio de Spain Startup-South Summit, una persona con un solo proyecto de startup lanzado a las espaldas tiene un índice de fracaso del 56%, con tres lanzamientos desciende al 12%, y al 8% con cuatro o más startups lanzadas? La experiencia es clave para el éxito. Por eso, para aquellos que tenéis en mente emprender un negocio, en este artículo señalamos las siete claves imprescindibles para hacerlo.
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7 claves imprescindibles para emprender tu propio negocio
Lanzar un negocio desde cero suele ser una tarea complicada. Eso sí, hay que seguir una serie de pautas para llegar al éxito. Lo más importante, un emprendedor debe haberse formado para ello. No solo en cuanto al ámbito en el que quiere desarrollar su proyecto, sino también debe aprender a emprender.
A continuación, toma nota de las siete claves fundamentales para emprender tu propio negocio. ¡No te lo pierdas!
1# Ofrecer la solución a un problema
En primer lugar, las empresas nacen con el objetivo de responder a necesidades. Es decir, existe un problema y las organizaciones ofrecen productos o servicios para hacerle frente. Esa solución que se propone para resolver ese problema será la idea de negocio. La clave de este punto no es pensar solo en el retorno económico. Hay que buscar un tema que uno domine y que le apasione.
El problema, su solución y el mercado en el que queremos entrar debe de estar definido desde el principio. ¿Por qué íbamos a querer vender algo que nadie quiere? Según un estudio de CB Insights, la falta de necesidad es la razón por la que el 42% de las startups fracasan.
A menudo escuchamos los conceptos «creación de valor» o «propuesta de valor», que se refieren a por qué un cliente consideraría probar y continuar usando un producto. La clave es entender esto como un conjunto: el valor que nuestro producto crea para el cliente y el esfuerzo que requiere para nuestros clientes empezar a usarlo y crear una continuidad.
2# Prepararse y formarse para emprender
En segundo lugar, se pueden tener muy buenas ideas pero, sin los conocimientos adecuados, no podrán salir bien. Formarse es fundamental para saber a lo que se va a enfrentar uno, a cómo funciona el mercado y a las distintas etapas de las que se compone lanzar un proyecto nuevo.
Para emprender exitosamente y ser capaz de desarrollar y validar una idea y modelo de negocio, así como plantear una estrategia de crecimiento empresarial, necesitamos tener unos conocimientos mínimos de los siguientes aspectos:
- Estrategia digital
- Desarrollo ágil de productos
- Recursos Humanos
- Marketing
- Product Market Fit
- Comercialización
- Viabilidad económica y financiera
- Inversión y financiación
- Aspectos legales
Aunque si funciona podremos contratar a personal experto en todos los ámbitos mencionados, en un principio un emprendedor tendrá que enfrentarse solo (o prácticamente) a problemas o barreras de todo tipo. Por eso, la formación es clave para minimizar los riesgos.
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3# Pruebas y estudios de mercado
La única forma de saber si un negocio tiene sentido es poniéndolo en marcha a través de pequeñas pruebas. Estas pueden ser desde crear una simple página web a promocionar y vender un prototipo del producto para ver las reacciones del público.
La investigación de mercado no debe subestimarse nunca, se trata de entender cómo se mueve nuestro público objetivo. Muchas startups consiguen el éxito porque realizan estudios periódicamente para entender su mercado objetivo, identificar los problemas de sus clientes y estar al tanto de lo que hace la competencia.
Esto es clave para estar al día con las tendencias que nos influyen y para mantener una ventaja competitiva evaluando las distintas oportunidades de negocio que puedan surgir. En este sentido, los estudios de mercado pueden llevarse a cabo en distintas etapas del ciclo de vida de un negocio desde el prelanzamiento.
4# Formaliza la propuesta
Una vez validadas las hipótesis más arriesgadas en el paso anterior, es hora de formalizar toda la información y de crear pitch decks. Es fundamental construir una buena presentación de ventas para mostrar el proyecto a potenciales inversores o clientes. La habilidad de venta es esencial en el mundo del emprendimiento.
Se trata de la primera herramienta de comunicación que usan los emprendedores para llegar a posibles inversores, ya sea a través de correos electrónicos o en una reunión presencial. En este punto es clave haberse trabajado un buen argumento de venta para ayudarles a entender en qué consiste y por qué vale la pena invertir.
Ojo, al contrario de lo que vemos en las películas, no se trata de convencerles en una reunión y conseguir la respuesta al momento. Este proceso suele ser largo y suele necesitar muchos encuentros para entender bien cada paso del proyecto, así como analizar su viabilidad.
5# Creación de branding
Cada día estamos sometidos a una gran cantidad de estímulos. Por eso, para alcanzar el éxito una empresa debe llamar la atención y destacar sobre el resto. Darle forma al branding deberá hacerse independientemente de qué estrategia de diferenciación se quiera seguir, ya sea la de precios bajos, propuesta de valor, exclusividad, etc.
Aunque pueda no parecer una prioridad, el branding de una empresa es muy importante. De cara a fuera puede parecer que solo consta de un logo y colores, pero en realidad recoge la identidad completa del negocio. Hablamos de su personalidad.
Hoy en día hay una competencia feroz, por lo que las empresas deben hacer un esfuerzo extra para asegurarse destacar entre la multitud. Para ello, el emprendedor debe invertir en crear una marca sólida que llame la atención de los usuarios. Con el branding adecuado, tendremos la oportunidad de tener cierto control sobre la percepción del público.
6# Establecer tu empresa
Si se han validado las hipótesis necesarias para comenzar un negocio, o incluso habiendo generado ya las primeras ventas, es el momento de formalizar tu compañía. Tener una forma jurídica ayudará al emprendedor a separar su responsabilidad legal de la responsabilidad de la empresa.
La forma jurídica de una empresa es la modalidad legal que un profesional o sociedad elige para realizar una actividad económica. Esta elección determinará las obligaciones tributarias y contables, la afiliación a la Seguridad Social y a la responsabilidad de la empresa frente a terceros.
Cada país tiene sus propias normas y el contexto será diferente. En España, por ejemplo, puede ser una propiedad única, una sociedad o una corporación. Ninguna es mejor que otra y cada una tiene sus ventajas. Lo importante es asegurarnos de que la forma que elijamos sea la que mejor se adapte a nuestra empresa.
7# En busca de financiación externa
Ha llegado el momento de crecer y de escalar en las operaciones. Hay modelos de negocio que requieren de una gran inversión inicial y necesitan capital de terceros, como las empresas de hardware o “hard tech”. Sin embargo, este paso es siempre mejor evitarlo, ya que lo ideal es poder autofinanciarse con las ventas para conseguir un crecimiento sano y sostenido.
Emprender, innovar y formarse van de la mano. El sector de la empresa evoluciona a pasos agigantados y el aprendizaje es la materia prima del emprendedor. Más allá del campo en el que se quiera desarrollar un negocio, hacen falta una base de conocimientos técnicos y unas habilidades personales que hay que adquirir para poder emprender con éxito.
En este sentido, en IEBS contamos con un programa adaptado a estas características, el Master de emprendedores, diseñado para ayudar a aquellas personas que están emprendiendo o desean hacerlo, y quieran aprender los fundamentos de la gestión de la empresa de la mano de grandes profesionales del sector.
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